Un proyecto llamado Agrodex resultó ganador en la quinta edición de Agromakers 2023, un programa para fomentar el espíritu emprendedor entre estudiantes secundarios.
El proyecto consiste en la confección de ropa de trabajo utilizando el plástico de los silobolsas que ya han sido vaciados. Se trata de una solución innovadora que encontraron los alumnos de sexto año de la escuela agrotécnica 301 Mariano Moreno de Landeta, una localidad con de un poco más de 1500 habitantes, ubicada en el departamento de San Martín en la provincia de Santa Fe.
Según la joven docente Mariana Jacob, la idea partió de una problemática local. Desde el mes de abril pasado comenzaron a buscar la solución para reducir el impacto ambiental de los silobosas abandonados en los campos.
“Buscamos cuales eran la necesidades puntuales que teníamos. No tuvimos que irnos ni a 30, ni 40 kilómetros, la necesidad estaba alojada en la escuela y también estaba alojada en los alrededores con los productores agropecuarios” dijo a Bichos de Campo la docente de tan solo 28 años.
“Acá en la zona de Landeta hay mucha producción de granos y si vamos por la ruta, observamos que hay silobolsas por doquier. Solo una parte de este plástico se les vende a las papeleras, la mayoría de estos residuos quedan en los campos tirados”, argumentó la docente.
-¿Para qué sirven las prendas que confeccionan?
– Ante la necesidad de resolver la problemática, decidimos elaborar una vestimenta cómoda y accesible en términos de recursos económicos. Confeccionamos capas, en formato de camperones, pantalones y delantales par faenas. Porque hasta el momento no había un producto que fuera impermeable y accesible para días inestables. Es un producto pensado no solo para los obreros del sector agrícola y ganadero, sino también para ser utilizados en la escuela, para ir a la huerta, darle de comer a los animales, porque tampoco había una indumentaria adecuada para los días de lluvia.
-¿Cómo sobtienen la materia prima para elaborar estas prendas?
-Para hacer los prototipos obtuvimos la materia prima de manera gratuita, pero la idea es hacer convenios con los productores y hacer un intercambio. Es decir, que ellos nos den la materia prima principal y nosotros le entregamos la indumentario a un costo más bajo. Lo que buscamos cubrir con este convenio es el costo del taller de costura.
-¿Cómo es el proceso de fabricación de los módulos de ropa de trabajo?
–Nosotros primero lavamos el silobolsa y con los moldes cortamos las prendas y luego lo llevamos a un taller, porque no contamos con las máquinas ni el conocimiento para coser las prendas. Por eso terminamos tercerizando el trabajo. Pero sigue siendo un proceso simple y redituable. Los costos de producción de un conjunto son muy económicos y se fabrican con un kilo de silobolsa, que tiene un valor de 80 pesos y abonamos 4.000 pesos todo el servicio de costura. Estamos hablando de una producción de prototipos. Una producción en serie, sería mucho más barata.
Para la docente, lo que sigue ahora con esta idea innovadora es buscar un aval científico que asegure el uso de esta indumentaria, porque ya las pruebas en el terreno están hechas. “La idea es poder investigar en los laboratorios científicos del polo tecnológico de Rosario si existen residuos de agroquímicos en las prendas”, avisó.
-En ese sentido, ¿ustedes eligen los silobolsas para la confección de estas prendas o se emplea cualquiera de estos recipientes sin importar su estado?
–Lo único que tenemos en cuenta es que no esté roto, si está sucio o arrugado no importa. Porque durante la costura se emplea una plancha para sacar las arrugas. La idea es tener una indumentaria impermeable y que sirva para actividades industriales, principalmente en la faena y que evite las salpicaduras.
-¿Piensan fabricar otros tipos de prendas o accesorios?
–La idea es también hacer cinturones para portar herramientas que se utilizan dentro del sector agrícola, y también riñoneras con exigencias específicas y adecuadas para un accesorio de trabajo.
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-¿Que significó para los chicos este premio de Agromakers?
– Fue muy gratificante, porque fue una idea que materializaron los chicos, por eso la pudieron defender. Más allá del premio los estudiantes desarrollaron habilidades desde poder expresarse hasta trabajar en equipo.
En este certamen organizado desde la Bolsa de Comercio de Rosaro (BCR) también fueron reconocidos otros dos proyectos que hacen visible la capacidad creativa de los jóvenes para brindar soluciones dentro sector agropecuario. Uno de ellos es sobre Forraje Verde Hidropónico, una opción para la alimentación animal desarrollado en Villa Guillermina, y el otro proyecto, Aquosfera, fue presentado por estudiantes de Villa Minetti y se enfoca en la producción de agua a partir de la humedad atmosférica.
Agromakers es un programa articulado entre la Fundación BCR y el Laboratorio de Innovación Educativa (LINE) de la Universidad Austral. Es una maratón de actividades de creación colectiva donde los jóvenes tienen que trabajar sobre tres ejes fundamentales: desarrollo de soluciones para el ahorro y producción de energía, soluciones ante las emergencias climáticas y tecnologías aplicada a la agricultura.