Varias entidades rurales del Chaco decidieron este miércoles, frente al anticipo de una nueva suba de las retenciones a la soja, plegarse a la convocatoria realizada por entidades de Tucumán a un paro agropecuario de varios días que comenzaría el lunes 2 de marzo. La decisión de los productores del norte no esperó ni la confirmación de la medida oficial ni la definición de los pasos a seguir por la Mesa de Enlace nacional, que todavía debe reunirse con el ministro de Agricultura, Luis Basterra.
La semana pasada, la combativa Apronor y la Sociedad Rural de Tucumán primerearon en esta ofensiva y decretaron que ellos harían por las suyas un cese de comercialización de granos y hacienda de una semana, desde el lunes 2 hasta el lunes 9 de marzo. Cuando se conoció el cierre de los registros de exportación, medida previa a una inminente suba de las retenciones, Apronor insistió: “El sector agropecuario en general y el norte del país en particular no tienen capacidad contributiva para soportar la presión fiscal que tenemos, y mucho menos los aumentos de derechos de exportación que pretenden llevar adelante”.
En las últimas horas, varias entidades rurales del Chaco decidieron sumarse a esta sublevación norteña. Fue tras un encuentro multisectorial entre diversas instituciones del NEA realizado en Charata. “Al finalizar la reunión de la conformación de la Multisectoria se reunió la mesa de enlace del NEA. La misma decidió convocar a un cese de comercialización a partir del día 2 de marzo próximo, así unificando criterios con sus pares del NOA con respecto a la convocatoria al cese de comercialización”, se informó.
Quienes se plegaron al paro tucumano fueron la FAA filial Charata, la FAA filial Las Breñas, la Sociedad Rural de Sachayoj (Santiago del Estero), la Cámara Contratistas Productores Rurales del NEA, y la Asociacion de productores del Norte.
Dirigentes de las sociedades rurales más tradicionales del Chaco, en cambio, aclararon a Bichos de Campo que ellos esperarán el resultado de las reuniones de la Mesa de Enlace antes de tomar alguna iniciativa.
Hay que hacer mención a que la otra importante zona agrícola que tiene el norte, ubicada en la zona de Las Lajitas, en Salta, tampoco adhirió formalmente a esta cese de ventas. Allí la entidad que tiene más predicamento es Prograno, que está adherida a CRA y ha decidido esperar formalmente los tiempos de negociación de la Mesa de Enlace, aunque comparta el pésimo diagnóstico del impacto de las retenciones sobre el agro en aquella región.
Antes de que el ruralismo del NEA defina su posición hubo un encuentro “multisectorial del Sudoeste chaqueño”, en el que muchas entidades empresarias y profesionales de aquella región, incluyendo representantes de algunos organismos públicos, rechazaron la aplicación de una mayor presión fiscal sobre la cadena productiva.
La crisis en el sudoeste chaqueño, según el comunicado que surgió de esa reunión, “se genera básicamente por dos cuestiones: la primera y coyuntural, tiene que ver con las condiciones climáticas adversas que soportó la región los dos últimos años. La segunda y, principal es con la implementación de políticas erráticas a nivel nacional que hacen invíable producir en estas condiciones debido a la alta carga impositiva”.
Para la Multisectorial de Charata, la inminente suba de retenciones es un “hecho lamentable en medio de un proceso de diálogo del Gobierno con las entidades el campo y, que demuestra que teniendo como antecedente el conflicto de las características producido durante el 2008 y a raíz de la Resolución 125 que el Gobierno no haya entendido y vuelva a cometer los mismos errores”.
Por unanimidad se decidió crear mesa multisectorial para, entre otros objetivos, “hacer notar el malestar reinante en todo el sector productivo y comercial de la zona de la alta carga impositiva que hace inviable cualquier actividad económica generando altos índices de recesión”, así como “acompañar e instar a la Mesa de Enlace y, desde la unidad de toda las organizaciones a realizar las gestiónes pertinentes y decida las medidas necesarias a los efectos de rechazar el aumento de la carga impositiva hacia el sector”.
vamoavolvé, al desabastecimiento, saqueos y muertes como en 2013