La Mesa de Enlace hizo escuchar su preocupación por la situación de la producción lechera, asegurando que mientras en los países desarrollados existen subsidios públicos para sostener esa actividad, aquí las cosas están patas para arriba y son los tamberos los que subsidian actualmente a los consumidores de leche.
“Los 10.000 tamberos que todavía quedan en pie, fundamentalmente (un 60 %) pequeños productores y economías familiares, no pueden seguir subsidiando el consumo de 40 millones de argentinos”, dijeron la Federación Agraria, Coninagro, CRA y la Sociedad Rural en un comunicado conjunto.
Para entender este razonamiento, el bloque agropecuario explicó que “desde mediados de 2020 el productor está recibiendo un precio insuficiente, por su leche en tranquera de tambo. Actualmente con los 21,36 pesos por litro (que es el precio promedio nacional) no se llega a cubrir los costos de producción, que están dolarizados en un 80%”.
Además remarcaron que los productores de leche en la Argentina, a diferencia de lo que sucede en otros países productores, “no recibimos ningún incentivo y nuestra carga impositiva es muchísimo más alta que en el resto del mundo”.
“Más aun, en el contexto global actual, los productores argentinos somos los que recibimos el precio más bajo, 0,24 dólares por litro, muy lejos de los 0,33 dólares por litro históricos, que se requieren para cubrir los costos de producción medios. Nuestros competidores a nivel mundial, así como nuestro vecino Brasil, reciben hoy hasta 0,44 dólares por litro, con costos equivalentes o menores a los nuestros”, añadió la Mesa de Enlace
Aunque los precios al productor de leche no son regulados, son fijados por la industria láctea en base a una supuesta capacidad de pago, que se define no solo por los noveles de precios que reciben en el mercado doméstico (donde hay muchos productos lácteos que tienen precios congelados o sugeridos por el gobierno) y en los negocios de exportación (allí, la vigencia de retenciones reduce 9% los precios de la leche en polvo y en 5% el resto de la canasta de lácteos).
De allí el razonamiento de la Mesa de Enlace, respecto de que finalmente son los productores los que subsidian a los consumidores, y no a la inversa.
“Esta situación está fuertemente influenciada por el programa de Precios Cuidados, así como el desincentivo a la exportación que presentan las retenciones y los ínfimos reintegros que significa que estamos exportando impuestos”, se convalidó.
Según la Mesa de Enlace, “no podemos permitir que una actividad tan importante como la lechería se estanque o desaparezca. Los argentinos necesitamos seguir consumiendo productos lácteos de calidad, los que generamos los productores movilizando la actividad económica, dando empleo especializado y dinamismo en el interior del país”.
Mientras el gobierno insiste en “desacoplar” los precios externos de los internos, y los costos de producción de los precios de venta de los productos, las entidades del agro advirtieron que “debemos reemplazar propuestas que distorsionan el mercado, que ya fracasaron y no se aplican en el mundo, por medidas que posibiliten la actividad económica del sector, el acceso a los productos lácteos esenciales a los sectores más desprotegidos de la sociedad, con medidas que focalicen la demanda, y que al mismo tiempo posibilite el ingreso de divisas que el país tanto necesita”.
“La lechería es parte de la solución, no el problema, para ellos tenemos propuestas, por lo cual solicitamos a las autoridades, nos convoquen para analizar conjuntamente la situación actual y las alternativas superadoras para evitar la salida de la actividad”, pidió el conjunto gremial agropecuario. El director nacional de Lechería, Arturo Videla, asumió en su puesto en junio de 2020. Pero todavía no ha mantenido reuniones con este tipo de sindicalismo agropecuario.