La seca este año fue voraz, se llevó todo puesto y trajo consigo el recuerdo de las peores crisis hídricas, como la de 2008/09, que liquidó gran parte del stock vacuno y redujo 30% las cosechas.
En esta oportunidad la afectación mayor es sobre los cultivos. La cosecha de trigo será la mitad de la prevista y también habrá fuertes impactos en las producciones de maíz y soja. También lastimará el ingreso de dólares de 2023, lo que va a traer cola porque justo se dará en un año de elecciones presidenciales.
El climatólogo Leonardo de Benedictis dijo en los últimos tres años hay regiones del país en las cuales llovió el equivalente a dos tercios del promedio histórico. “Es como si durante un año entero esas regiones no hubieran percibido lluvias”, comparó el especialista.
Para algunos productores ya llegó el regalo de Navidad, pero otros tendrán que seguir esperando
Luego detalló que si bien la sequía abarca a todo el país, la zona “más afectadas fue el norte y noreste de Buenos Aires y el sur de Santa Fe, la famosa zona núcleo que siempre quedó fuera de los eventos de lluvias. Le siguen zonas de Córdoba, centro de Santa Fe y Santiago del Estero”.
La campaña está jugada, no hay agua en el perfil del suelo y tampoco se prevén lluvias. Recién cuando se esté acercando el otoño comenzaría un cambio de tendencia, pero no hacia un período Niño sino a uno neutral en materia de precipitaciones, señaló De Benedictis.
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“Hasta febrero estará presente La Niña y por más que se den lluvias en esa época, será muy tarde para la gran parte de los productores. En el mejor de los casos puede darse un freno en la caída de la producción, pero no implicarían una recuperación del estado de los cultivos”, indicó.
El climatólogo destacó que desde fines de febrero o inicios de marzo lo que puede darse es el arranque de un ciclo neutro y consideró que los pronósticos que alientan un año Niño son un tanto apresurados.
Luego de tres años de penurias climáticas, ¡se viene finalmente el Niño!
“Para el año que viene hay una tendencia bastante optimista en cuanto a lo climático. En mi caso intento ser más moderado en cuanto al cambio porque la transición de un evento a otro, de Niña a Niño, no es rápida y, de darse, sería recién septiembre u octubre de 2023. Si realmente sucede estamos hablando de un pronóstico a nueve meses y no es confiable un pronóstico a tanto largo plazo”, explicó el experto.
El climatólogo insistió con que lo más probable es que “vayamos a un evento neutral en el otoño y luego no hay nada concreto: lo del Niño es más una expresión de deseo que algo certero por ahora”, reafirmó.
Las lluvias entonces comenzarían a normalizarse en el otoño, aunque hay regiones que requieren mucho más que los promedios para recuperar perfiles. “Pero la parte positiva es que la campaña 23/24 tendrá lluvias con milimetrajes muy superiores a la actual”, aseveró Leonardo.
Deberían tener vergüenza de hablar de efecto electoral en el momento más crítico de la Argentina … son una causa de pésimo gusto… nunca hicieron nada por nadie del agro, que es uno de los más sufridos y catastróficos de Argentina….. váyanse y dejen en paz a los trabajadores.
Es justamente un ” día del inocente”… tremendo