Tanto la carne de cerdo como la de pollo vienen atravesando un buen momento desde el punto de vista del consumo interno, donde el crecimiento es sostenido y se le disputa el liderazgo a la carne vacuna. Pero, ¿Qué pasa con la producción?
La faena porcina según los datos del Ministerio de Agricultura, creció 2% y el consumo subió 7%, llegando a 17 kilos por cabeza al año. Es por esto que consultamos a Adolfo Franke, presidente de la Asociación de Productores de Porcinos, quien dijo que el ese incremento en el consumo interno, “es consecuencia de las mayores importaciones en el primer tramo del año y de la caída de las exportaciones, y no tanto de una mayor producción que es lo que se espera para 2023”.
Para entender un poco más el fenómeno, el empresario y dirigente explica: “La situación cambiaria subsidia las importaciones, y luego se castiga a las exportaciones por el atraso del dólar y los derechos de exportación que son de 5%, por eso no hay competitividad para vender a otros países”.
En el sector privado consideran que el consumo de carne de cerdos es superior a lo que indican las cifras oficiales, dado que hay un porcentaje que se comercializa de manera informal, y que estaría llegando a los 20 kilos per cápita este año.
El panorama parece mejorar para 2023, ya que se prevé un nuevo salto en la oferta disponible para la demanda local, que no sería consecuencia de cuestiones comerciales, sino de las inversiones que se están terminando de hacer efectivas y cuyos resultados se verían a partir de fin de año.
Según Franke, habrá “un crecimiento de la producción de 50 mil toneladas” lo que significaría un incremento de 9% respecto de lo producido en 2021, que fueron 570 mil toneladas, cifra semejante a lo que se espera para 2022.
“Se están incorporando 15.000 madres al sistema productivo”, explicó el titular de la Asociación de Criadores de Porcinos. De ese total, 6.000 corresponden a la inversión de Isowean, de lo que dimos cuenta en Bichos de Campo.
Pero además hay ampliaciones en otras firmas, algunas en Entre Ríos, que permitirían llegar a ese aumento de la producción. Es por esto que Franke aseguró “La carne porcina se ganó un lugar en el plato de los argentinos”, y el año que viene quiere ir por más.
Para eso cuentan con la “ayudita” del sector ganadero, ya que se prevé una menor oferta de hacienda para la faena, sobre todo a partir de marzo debido a que por la sequía se está adelantando el engorde de ganado, además de verse afectada la preñez de las vacas por lo que podría reducirse la parición de terneros.