La Asociación de Esparragueros Unidos del Médano de Oro nació en 2019 en Rawson, San Juan. El impulso fue la Denominación de Origen (DO) del espárrago, que exigía una personería jurídica para administrarla y llevarla adelante. Este sello es de importancia porque identifica un producto originario de una región o área de producción, cuyas cualidades particulares se deben al medio geográfico de donde provienen, abarcando factores naturales y humanos.
Así, contar con una DO también es una importante herramienta de comunicación y comercialización, ya que permite a los productos diferenciarse de otros similares. En este caso puntual, el grupo de productores de espárragos realizó el proceso de obtención del sello junto a INTA, al Municipio, a la Universidad Católica, la Universidad Nacional de San Juan y Secretaria de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación.
La asociación civil está compuesta por productores de la localidad de Médano de Oro, Rawson, San Juan, que en total suman 70 hectáreas en producción, con un promedio de 5 hectáreas cada uno.
“Los beneficios de trabajar como asociación se están viendo en la actualidad con una primera experiencia de venta con el sello de la DO que finalmente obtuvimos en 2021 dado que se participó en ferias locales y nacionales, se armó un grupo de Cambio Rural y se está planificando una compra en conjunto de insumos como bolsas, cintas y cajones para disminuir costos”, describe Raúl Lencinas, presidente de la Asociación.
“Trabajar en equipo también nos mejoró la comunicación de nuestro producto, la forma de estar más en conocimiento de información de precios, calidad y mercados, lo cual ayuda bastante a resolver temas de comercialización”, agrega Juan Manuel Gioja, tesorero de la Asociación. “Pero hoy nuestros grandes temas son la falta de agua de riego debido a la escasez hídrica y lo difícil que es conseguir mano de obra para la cosecha”.
Lo producido por la Asociación se vende en mercado interno, principalmente a acopiadores ya que al ser un producto muy perecedero la exportación resulta complicada. La buena noticia es que, aseguran Raúl y Juan, el consumo de espárragos ha crecido notablemente en los últimos 10 años, principalmente en San Juan. “Eso sí, el cliente hoy es más exigente y demanda calidad de atado, frecuencia de suministro y que el producto sea fresco”, enumeran.
En cuanto a la posibilidad de realizar producción orgánica, explican que años anteriores algunos productores comenzaron con esa idea pero finalmente abandonaron el proyecto sobre todo porque no veían reflejado en ganancias todo el esfuerzo realizado. “El mercado no lo paga”, aseguran. “También influyó que durante la pandemia no había control por parte de las auditorías de empresas que certifican orgánico y todo se complicó”.
Como proyecto a corto plazo la Asociación apunta a consolidar el sello de la Denominación de Origen y a seguir equipándose con infraestructura. “Junto con la Dirección de Producción Agrícola del Municipio de Rawson y el Ministerio de Obras de Nación se está llevando adelante la construcción de un galpón de selección, lavado, empaque y cámara de frío para el sector Esparraguero”, concluye Raúl. “Algo clave para trabajar de manera cada vez más organizada y eficiente”.