Si bien en los últimos días las reuniones técnicas y los encuentros temáticos e institucionales fueron cubriendo la agenda previa, este lunes se puso en marcha de manera formal la Cumbre Mundial de la Federación Internacional de Lechería (FIL), el organismo global que celebra 120 años trabajando por el sector que nutre al mundo.
Con esa consigna y por primera vez en Sudamérica, Santiago de Chile recibe a más de mil representantes de unos 48 países, para compartir experiencias, debatir alternativas y sobre todo fortalecer los conceptos científicos que ponen a la lechería en el centro de la producción de alimentos, cubriendo las necesidades e inquietudes del consumo, pero también generando una cadena de sustentabilidad entre las partes para demostrar el verdadero impacto socio-económico sectorial.
Cabe destacar que este año, Argentina reingresó con la organización de un Comité Nacional y el pago de la cuota como miembro asociado, además de haber recuperado la participación en las asambleas generales, lo que le permitirá a la actividad a nivel nacional relacionarse de una manera diferente con el mundo, estar en la conversación global con todas las ventajas a la mano por ser el gran protagonista que es en el mapa global de la lechería.
La apertura estuvo a cargo del anfitrión, Sergio Niklitschek, presidente del Consorcio Lechero, como actor esencial del Comité Nacional Chile dentro de la FIL.
Más allá de destacar el slogan del encuentro anual, “Nutriendo a un mundo sustentable”, lo que manifestó es que “esta mañana este sector alimentó a más de seis mil millones de personas” y a partir de esa cifra es que la necesidad de tener más y mejores alimentos, partiendo de la leche y los productos lácteos es que hasta el próximo jueves se desarrollarán todas las exposiciones, abarcando todos los aspectos de la actividad y en todos sus eslabones.
La FIL tiene 120 años y fue el primer “socio” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Thanawat Tiensin, como asistente del director general de FAO, fue el responsable de brindar un mensaje global para el sector, destacando su relevancia en la nutrición del mundo. Llamó a trabajar por la misión de la FAO, “estar libres de hambre y desnutrición”, entendiendo que “nosotros alimentamos al mundo”.
Del mismo modo, explicó que “tenemos que cambiar la narrativa, los productores de carne y leche son la solución, no puede ser que se sientan culpables mientras producen alimentos. Es por eso que tenemos que trabajar juntos”, mientras que “alrededor del mundo los productores están cambiando la forma de trabajar, con más énfasis en el aporte al ambiente”.
Para Gilles Froment, el canadiense que preside la FIL, “se necesita seguir fortaleciendo la tradición lechera, incluyendo a las industrias y el resto de la cadena, pero también necesitamos que la solidaridad de las comunidades lecheras continue, de una forma más fuerte”. Además. el experto cree que eso se logra generando “mejor producción, mejor nutrición y un mejor ambiente”.
Entendiendo que las vacas son parte de la solución en cuestiones ambientales y que los lácteos son la clave en la nutrición humana, puso de relieve que este encuentro “es la convergencia global de las mentes, que están comprometidas en compartir conocimiento, acciones y generar acciones, sobre la base de la ciencia, la nutrición y la sustentabilidad”, con el constante compromiso que existe entre la entidad con FAO, ISO, Codex, la Organización Mundial de Sanidad Animal, junto a otras entidades que trabajan en el mismo sentido, el de lograr “una lechería como parte indispensable en el sistema de la sustentabilidad”, más allá de las diferencias del sector en cada una de las diferentes regiones del mundo.
Una mirada más formal y política es la que brindó María Ignacia Fernández, ministra de Agriculutra de Chile, al mencionar su convicción sobre este “intercambio entre los protagonistas es clave para trabajar en la mejora del cambio climático”, al tiempo que en su país “no sólo producimos leche, sino confianza y futuro”, con lo que a un auditorio repleto les dijo “bienvenidos al sur del mundo”.
Seguidamente en un panel con líderes de los diferentes eslabones de la cadena, se trataron acciones concretas en cuanto a genética animal, uso de biodigestores incluso en pequeños tambos, la conciencia de los productores en la producción de materia prima y de las industrias en la reducción de carbono, pero también sobre la influencia de la inestabilidad política y económica para la constancia en el progreso sectorial.
Claro que los cambios que se están dando con las nuevas generaciones en el sector primario, sobre todo, son los que llevan a pensar en la mejora en el manejo del ganado, un mejor uso de la genética y en definitiva una producción “con menos, para generar más materia prima”.