“Por primera vez en 7 años la Argentina tuvo superávit fiscal y el 75% lo aportó el agro”, destacó el economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada), David Miazzo.
En el primer trimestre, el superavit primario fue de 10.000 millones de pesos, algo positivo si comparamos el mismo período de 2018, cuando hubo déficit de 31.000 millones. “Esto se explica porque bajaron los gastos 15,8%”, dijo Miazzo en diálogo con Bichos de Campo .
Sin embargo, el economista agregó que “el problema es que el promedio de los ingresos bajó en términos reales, producto de la recesión, lo que hace complicado que suban todos los recursos fiscales al mismo ritmo en un contexto inflacionario”.
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Lo que sí sobresale en términos de recursos fiscales, según el economista de FADA, son los derechos de exportación o retenciones. “Explicaron el 93% de esa mejora fiscal de 41.000 millones de pesos. Es decir que, 38.000 millones vinieron por la contribución extra de los derechos de exportación por encima del resto de los impuestos”, añadió.
Miazzo explicó que “el 80% de los derechos de exportación de Argentina viene de la cadena agropecuaria, sobre todo del complejo sojero, que es el principal exportador”.
Entonces, si hay superávit fiscal, ¿por qué habría motivo para aumentar las retenciones como se ha rumoreado? Miazzo dijo: “Todavía hay que ver cómo se comporta ese superávit fiscal primario durante el resto del año, básicamente, producto de la recesión que tenemos”.
Miazzo agregó que “hay que analizar los intereses con las tasas que tenemos, lo que genera que crezca el pago de intereses con la deuda en pesos que tiene el Estado. Una parte de esa deuda del Estado está atada a bonos que se ajustan por inflación, con lo cual el pago crece a medida que aumenta la inflación, y la otra parte de la deuda es en dólares, y a mayor tipo de cambio, mayor será la deuda y en consecuencia, el pago de interés. Todo esto nos da como resultado mayor déficit financiero”.