En los últimos días se conoció el dato de que el gobierno nacional guarda en depósitos cerca de 5 millones de toneladas de alimentos. Esto habría sido heredado de la gestión anterior, que por mes distribuía alimentos secos a los sectores más necesitados. La crítica a la gestión de Javier Milei es que los mantuvo almacenados, mientras crecían los niveles de pobreza por la crisis económica.
De ese total acopiado por la Dirección de Logística del Ministerio de Capital Humano -que según una denuncia de Juan Grabois se encuentran en dos centros de distribución, uno en Villa Martelli y otro en la localidad tucumana de Tafi Viejo- 3,1 millones de kilos son de yerba mate, según lo confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Esto sin dudas llama la atención, teniendo en cuenta que la gestión de Javier Milei, a través del DNU 70/2023, habilitó la importación de ciertos productos y materias primas alimenticias, entre las que se encontraban la yerba mate canchada y verde, y la yerba mate molida a granel.
Es así que entre los meses de marzo y abril, según fuentes del INDEC, ingresaron al país 3,83 millones de kilos de yerba (1.835.000 kilos en marzo y 2.000.000 kilos en abril). Solo en abril, Las Marías y La Cachuera explicaron el 70% de lo que ingresó desde Paraguay y Brasil, seguido de la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo, según lo consignado por el medio Plan B de Misiones.
Esto fue ampliamente denunciado por los productores yerbateros, que indicaron en reiteradas oportunidades que lejos de deberse a un faltante interno de esa materia prima, se correspondía con el intento de las grandes empresas de presionar el precio del kilo de yerba a la baja, ante el ingreso de productos con menores costos y justo cuando los productores locales están en plena cosecha.
El malestar fue tal que en Misiones se realizó una acción judicial, que terminó siendo favorable para los productores. Primero el juez Civil y Comercial Fernando Escalante, del juzgado número 5 de Posadas, emitió un fallo por el cual se prohibió el ingreso al país de yerba mate canchada y verde, es decir, las materias primas y la primera elaboración del producto yerba. Y luego este se amplió prohibiendo la importación de yerba mate molida a granel, proveniente de los vecinos países.
Todo este derrotero no resuelve, sin embargo, el destino de esos 3,1 millones de kilos de yerba acopiados por el gobierno, que la Justicia les encomendó ahora distribuir. Es que a comienzos de esta semana, el juez federal Sebastián Casanello le ordenó al Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Petovello, que en 72 horas elabore un plan para distribuir las cinco toneladas totales de alimento “en forma inmediata”.
Pero esto no parecía estar en los planes del gobierno, que anunció que apelaría la medida.
“Nosotros siempre fuimos respetuosos de la Justicia, lo que no quiere decir que no utilicemos los instrumentos legales que están a nuestro alcance en cuestiones en las que no estamos de acuerdo, como bien es este caso”, dijo el vocero Adorni en conferencia de prensa.
“Estos alimentos son reservados de forma preventiva para emergencias o catástrofes. No es algo que ocurre sólo en la Argentina. Imaginen repartir todos los alimentos y que el día de mañana tengamos una catástrofe que amerite la inmediata entrega de alimentos. Uno no puede no tener stock”, sostuvo.
Esta respuesta resulta por demás paradójica, no solo porque hay existencias de alimentos mientras las importaciones se encuentran abiertas, sino también porque hay miles de personas en situaciones de vulnerabilidad en este momento, para las cuales la “emergencia” ya está sucediendo. De paradoja dice una definición: “Hecho o expresión aparentemente contrarios a la lógica”.
Pero antes de tomar cualquier decisión, hay otra cuestión de fondo que también debe ser atendida, y que por ahora no ha entrado en escena.
Nos referimos aquí a la calidad y procedencia de esa yerba acopiada, un tema que se volvió bastante astilloso durante el anterior gobierno y que en esta ocasión podría tener especial relevancia.
La justicia misionera prohibió la importación de yerba mate molida de Brasil y Paraguay
El archivo periodístico dirá que una de las últimas compras, sino la última, que el entonces Ministerio de Desarrollo Social de la Nación realizó previo al cambio de gestión, fue en noviembre del año pasado. A través de la Decisión Administrativa 878/2023, publicada en el boletín oficial, se anunció la compra de 12 millones de kilos por más de 18 mil millones de pesos.
Por una cuestión de fechas, no sería extraño pensar que esos 3,1 millones de kilos de yerba en posesión del gobierno actual provengan de esa compra. ¿Y por qué mencionamos que es importante controlar su procedencia y calidad?
Porque de acuerdo con el detalle de la resolución mencionada, la adquisición, que fue efectuada por la Dirección de Compras y Contrataciones de ese ministerio, se realizó de tres firmas, de las cuales dos ya habían sido investigadas por vender yerba de mala calidad.
Nos referimos a la Yerbatera Kleñuk, de Ignacio Kleñuk, a quien se le compró 2.400.000 envases de un kilo de la marca El Buen Ojo; y a la empresa de Hugo Oscar Holowaty, a quien se le compró 9.000.000 de envases de un kilo de la marca Sierra del Imán.
En 2022 Bichos de Campo había dado cuenta de que en otra compra realizada por el gobierno a esas empresas proveedoras, informada a través de la Resolución 414/2022, se había detectado que la mercadería mostraba signos de estar adulterada.
“Enviamos los paquetes a analizar. Queremos que se analice palo, sustancias extrañas, contaminantes, todo tipo de componentes que tenga ese paquete. Es yerba que el Estado compraba para los más humildes. Esto es un alimento, no podemos darles esta basura”, dijo en aquella oportunidad Marcelo Hacklander, funcionario del INYM, a un medio local de Misiones.
¿Puede la yerba acopiada, entonces, ser de mala calidad? Sin los controles correspondientes del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), que ciertamente no se encuentra en su mejor momento a causa del desarme impulsado por Javier Milei, es difícil saberlo.
Por lo pronto, representantes del sector yerbatero de Misiones aconsejan analizar toda la mercadería antes de distribuirla para su consumo.
“No te puedo asegurar al 100% que así sea, pero para mí es yerba de la gestión anterior, porque cuando esta nueva gestión asumió bloqueó todas las concesiones que no se habían terminado de concretar. Las suspendió todas y no se retomaron”, dijo a Bichos de Campo Cristian Klingbeil, titular de APAM.
“Durante el anterior gobierno, nosotros denunciábamos que la yerba comprada era de mala calidad. Se mezclaba té, yuyo y un poquitito de yerba. Es más, tuve la oportunidad de ver una de esos paquetes de mercadería, porque a uno de nuestros obreros se la dieron, y había que tener coraje para tomar eso. Nosotros que estamos en la actividad enseguida nos damos cuenta de que hay cosas raras”, explicó el misionero.
En este sentido, añadió: “Nosotros siempre pedimos que se pasen todos los controles para garantizar que el producto que le llegue al consumos sea yerba. Si yo te regalo yerba y te da descompostura, vos dejas de tomar mate. Yo como productor necesito que alguien consuma lo que yo produzco, porque si no de nada sirve que yo tenga mi producción. Nosotros teníamos miedo de que con esas mezclas terminemos espantando consumidores por el negocio que hacen algunos en el momento”.