Un reciente informe elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) dio cuenta de la actual estructura que tiene la producción primaria local de leche y mostró cifras contundentes que confirman un fuerte proceso de concentración en esa actividad: desde 2010 hasta la fecha, la participación en la producción total de los tambos más chicos o familiares bajo a la mitad, al tiempo que la de las empresas más grandes se multiplicó por seis.
Trece años atrás, en 2010, los establecimientos con menos de 2.000 litros diarios de leche representaban el 60% del total de tambos existentes y su producción era el 27% del total. Los tambos de más de 10.000 litros, en cambio, eran en ese entonces solo 1% de las empresas, y su producción representaba solo el 5% de la oferta de leche cruda a las industrias.
Eso fue cambiando con el correr de los años de manera sostenida, al punto tal que hoy las unidades productivas más grandes representan el 6.1% de los tambos en número y acaparan el 32.5% de la producción total. Es decir, multiplicaron por seis su participación.
Los emprendimientos familiares, que cayeron un 10% en cantidad de unidades, achicaron su participación en la torta productiva hasta un mínimo 13.9%. Así, los tambos más grandes aportaron un 134% más de leche que aquellos tambos de 2.000 litros diarios.
“El proceso de concentración de la producción en tambos más grandes es continuo, y mencionarlo no es naturalizarlo, sino mostrar una tendencia contundente y generalizada en la lechería mundial, que los números marcan (sin hacer juicio de valor si ello es bueno o malo)”, indicaron desde OCLA.
En cuanto a la reducción de las unidades productivas más pequeñas, el Observatorio señaló que ocurre principalmente en aquellas estructuras con un volumen de entre 2.000 a 4.000 litros diarios, “que no llegan a convertirse en tambos de mayor escala por diferentes motivos: sucesión familiar, superficie, acceso al financiamiento, incorporación de tecnologías de insumos y procesos, etcétera”.
El informe arrojó además que, en función de la producción mensual y los datos de Senasa sobre la cantidad de tambos disponibles, el tamaño promedio de empresa responde a una con 3.500 litros diarios para noviembre de 2023.
“Si evaluamos su comportamiento en el tiempo, a pesar de la disminución en el número de unidades productivas y en el número de vacas, el tambo promedio presenta en el período 2009-2023 una tasa de crecimiento acumulada anual del 2,1%, lo que permite el sostenimiento e incluso aumento de los niveles productivos agregados a nivel país”, detallaron en el OCLA.
“Resulta más notable aún el crecimiento en la producción de las unidades productivas que continúan en la actividad en los últimos 9 años, ya que si tomamos el período 2016-2023 el crecimiento fue del 32,8%, lo cual implica una tasa anual acumulada de crecimiento del 4,1%”, añadieron.
¿Qué fue lo que caracterizó a las empresas lecheras “ganadoras” en la complicada campaña 2022/23?