Hay algunas señales positivas en la producción lechera. El precio de septiembre fue de 418 pesos y, al igual que en agosto, superó al costo de producción y al precio de equilibrio, que incluye la retribución al capital invertido. En definitiva, eso lo que le permite al empresario comenzar a recuperar la que desembolsó.
También se va recuperando la producción. Si bien todavía se está por debajo de los volúmenes del 2023, de a poco la brecha se va acortando y de la mano de este proceso se reduce la caída en la facturación.
Entre enero y septiembre, la producción se redujo 8,3% según los datos que publicó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
“El tambo promedio, que en septiembre próximo pasado tuvo una producción diaria de 3.485 litros, facturó en los primeros 9 meses del año 2024 un 2,4% menos que el año anterior en promedio diario, debido a la caída del 8,3% de la producción y una mejora del precio del 6,3%”, dijeron desde ese Observatorio.
Ante la menor oferta, los precios de la leche que cobran los productores aumentaron 6,4%, pero todavía no subieron lo suficiente como para compensar ese fenómeno. De este modo, la facturación durante el período enero-septiembre cayó 2,4% medida en pesos constantes, y 2,8% medida en dólares.
Pero a pesar de todas las dificultades climáticas y comerciales que tiene la producción, desde el OCLA tienen una visión optimista sobre el balance del año.
“Si analizamos la variación interanual acumulada de la facturación tanto en pesos constantes como en dólares, mes a mes en lo que va del año 2024, podemos observar que en la medida que se comienza a desacelerar la caída interanual de la producción, y como los precios estuvieron generalmente por encima del año pasado, la facturación total comienza a recuperarse con lo que es probable que al final del año se torne entre neutra y positiva”, concluyeron.