Entre el pequeño grupo de empresarios argentinos que deberá ser recordado por construir en las últimas dos décadas una industria avícola muy vigorosa en la Argentina, que supo triplicar la producción local de carne de pollo hasta disputar el liderazgo históricos a la carne vacuna, el nombre de Joaquín de Grazia es sin duda el más relevante.
El presidente de Granja Tres Arroyos, que además absorbió en los últimos años a la malograda Cresta Roja, fue uno de los tres o cuatro cerebros detrás de este proceso de fuerte crecimiento productivo, cuyo rasgo principal ha sido el acuerdo entre las empresas avícolas y no le competencia entre unas y otras. Aquel acuerdo estratégico fue elaborado en el seno del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), que además siempre contó con la coordinación de otro histórico, Roberto Domenech.
-Joaquín… Cuando vos hacés un asado, ¿en la parrilla ponés pollo?
-Claro que sí. Un cuarto trasero bien hecho a la parrilla se compara con cualquier corte de carne vacuna. A mí me gusta mucho.
Mirá la entrevista:
-Has sido protagonista de este increíble crecimiento del consumo de carne avícola en la Argentina, a punto tal que están disputando el primer lugar del consumo con la carne vacuna. Debe ser muy loca esa sensación. Cuando arrancaste seguramente era todo distinto.
-Mirá, yo arranqué muy chiquito. Mi padre tenía un puesto en un mercadito de aves y ahora sé que en los años 60 se consumían 3 kilos de pollo y 100 de carne roja. Era apabullante. La carne roja en alguna medida subestimaba la participación del pollo, como puede pasar hoy con otras carnes. Y el pollo ha ido creciendo y ha sido natural. Y el mérito no es solo de nuestra cámara y de los empresario que formamos esa cámara, sino del pollo en si mismo.
-¿Qué querés decir?
-Las posibilidades genéticas del pollo son mayores que las de otras carnes y eso hace que crezca mucho más rápido la producción y se abarate permanentemente. Eso le genera los mercados más importantes, entre ellos el propio mercado interno.
-¿Ahora están compitiendo. a la par con la carne vacuna?
-A la par, con 48 kilos per cápita (y por año) cada uno aproximadamente.
En la Argentina ya se producen 52 kilos de carne de pollo por habitante, y las avícolas van por más
-Esto marca a las claras que ustedes crecieron mucho en producción.
-Crecimos muchísimo en producción de la mano de nuestra herramienta fundamental, que son nuestros nuestros agricultores integrados. Y de la mano, por supuesto, de la genética que hemos traído al país. Algunas empresas -representando las dos líneas genética más importante que hay en el mundo-, hemos ido creciendo. Ahora hay presentaciones de diferentes productos con valor agregado, envases distintos. El público aceptó, además por el precio, a esta carne como una de las principales carnes.
-Decís que no es solo porque el precio es más competitivo respecto de la carne vacuna. ¿Hay otros méritos?
-Yo entiendo que sí. La salud es uno. La falta de grasa en algunos de los cortes más importantes, como en la suprema de pechuga, hacen que el pollo sea requerido para prepararlo de distintas maneras. Creo que también ese es un atributo para que haya un producto que se compra cada vez más en el supermercado. Cada día va ganando más y más consumidores, porque es muy cómodo y porque tiene una sanidad garantizada.
-Hablaste de los productores integrados, que son los que engordan y hacen el trabajo más duro del proceso de esos 40 o 50 días que demanda un pollo para engordar. ¿Pero el sector avícola está integrado por grandes empresas que han decidido consensuar estrategias en vez de pelearse entre ellas…
-Entiendo que ese es uno de los principales drivers que hemos tenido nosotros para poder crecer en armonía.
-Ponerse de acuerdo. ¡Mirá que poca cosa en este país!
-Ponernos de acuerdo en distribuir zonas, para manejar planes sanitarios consensuados entre unos y otros. Cuando compartimos las zonas son cosas que habitualmente no se hacen y en nuestra actividad lo hemos logrado.
-¿Y eso les ha dado resultado?
-Absolutamente. Además es imprescindible para mantener el performance de calidad, que es lo que necesitamos tener.
-En los últimos días se anunció financiamiento nuevo para llevar adelante un plan nuevo de renovación de galpones y crecimiento de la producción. ¿Hasta donde aspiran a llegar los avicultores?
-Bueno, es que necesitamos nosotros transformarnos, porque el pollo cada día es un animal con mayores necesidades de ambiente y esos ambientes se consiguen en galpones modernos, en instalaciones adecuadas a la necesidad de ese animal. Siempre decimos ‘es como un Fórmula 1 y no admite errores’. Los galpones nuevos son mucho más grandes. Imaginá que un galpón de hoy tiene 175 metros de largo por 16 de ancho, y aloja 42.000 pollos. Antes, cuando vos ibas a Entre Ríos, para ver esa cantidad de pollos básicamente se necesitaban 8 galpones de 50 metros por 10 metros,
-Entonces transformaron ocho galpones en solo uno…
-Y es mucho más eficiente, porque el nuevo galpón tiene ambiente controlado. Los granjeros tienen que ir renovándose porque hoy no es lo mismo manejar un galpón de aquella época a manejar un galpón que ahora tiene un software, equipos de computación que hacen que no se cometan errores.
-Han alcanzado a la carne vacuna en materia de consumo, pero no en producción. Se producen 3 millones de toneladas de carne vacuna y las avícolas ya están superando las 2 millones de toneladas. ¿Cuánto tiempo les demandará alcanzar al bovino en producción?
-Nosotros en algún momento en la Cámara preparamos un proyecto de crecimiento donde nos establecimos sabiendo las condiciones de nuestro país y que la carne de pollo, como es una carne más accesible desde el punto de vista de precio, será muy necesaria para el consumo interno. Es decir que creemos que dos tercios de un aumento de la producción será absorbida por el mercado interno y el tercio restante se exportará.
-¿Es decir que la prioridad hoy es cubrir el mercado interno?
-Es una prioridad basada en una realidad. Hemos crecido también en el mercado de exportación, pero hay que decir que es caro exportar. Es caro prepararse para exportar. Una vez que estás preparado ya sos un competidor más. Pero hay que tener en cuenta que no es fácil entrar a un mercado como Europa o Japón, por ejemplo. Son mercados muy sofisticados y muy exigentes a la hora de pedirle a un proveedor que los atienda. Así que hay que prepararse para eso. Yo aspiro a que la mayoría de mis colegas se preparen, porque la manera más sana de crecer es hacia la exportación. Pero hoy el cuello de botella está en dos factores la genética, que no abunda, y por otro lado en la disponibilidad de galpones para que nosotros podamos jugar en Primera, como nos merecemos jugar en la Liga Mundial de Producción de Pollo.
-No me contestaste la pregunta… ¿En cuánto tiempo podremos los periodistas escribir el título “La Argentina produce más carne de pollo que carne de vaca”?
-Sí, tenés razón, no te lo contesté. ¿Pero viste que también la carne roja está creciendo? Entonces eso me genera cierta duda. Pero no creo que tardemos más de una década.
delicuentes no pagan a los proveedores, han quebrado a todo el comercio de entre rios ganero y su banda de ladrones contaminan todo vende en negro todo mentira no pagan a lo empleados lo que correponde ni a los granjeros le dan alimento la peor empresa de todas