Arauco Argentina, la forestal más importante del país, decidió custodiar 115 mil hectáreas de bosques nativos de la mano de un acuerdo con la Fundación ProYungas

Desde el año 2010, la Fundación ProYungas trabaja en torno a la iniciativa Paisaje Productivo Protegido o PPP, un modelo de gestión que integra de manera coherente áreas productivas y silvestres. Actualmente ya suma más de 2,5 millones de hectáreas y se han adherido 18 empresas en 4 países: Argentina, Chile, Paraguay y Bolivia.

A nivel local, este programa ha logrado con éxito incorporar a la mayor empresa forestal del país: Arauco Argentina SA (la ex Alto Paraná). Con una superficie total de 262.500 hectáreas, de las cuales 232.900 están en Misiones y 29.600 en la región del Delta del Paraná, esta firma explota 55% de ese área con plantaciones forestales –la principal actividad productiva de la empresa-, pero a la vez a asumido el compromiso de congelar y hasta ampliar el otro 45% con bosques nativos, como compromiso de protección de la naturaleza.

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Así, desde finales de 2021 (año en que adhiere al programa PPP), Arauco ha conseguido por cada hectárea de producción destinar 0,8 hectáreas al cuidado ambiental. Eso representa 115.000 hectáreas de conservación de bosques nativos.

¿Qué motivaciones impulsaron a esta empresa forestal a dar ese salto y qué objetivos persiguen actualmente? Para responder esos interrogantes Bichos de Campo habló mano a mano con Gustavo Maestri, Gerente Forestal de Arauco, y Pablo Cortez, Jefe de Medio Ambiente y Comunidades de la Gerencia Forestal.

-¿Por qué deciden unirse al programa de Paisaje Productivo Protegido (PPP) de ProYungas?

Gustavo: -Adherirnos a este programa se convierte en una herramienta indispensable para compatibilizar. Somos una empresa que está en una región donde interactúa con comunidades, que está extendida a lo largo de la provincia de Misiones y también es muy grande en la zona del Delta. Es cierto, somos la empresa forestal más grande en este momento, y aproximadamente la mitad de nuestra superficie está cubierta de plantaciones forestales. El resto son áreas naturales y bosques nativos. Tenemos casi una relación de uno a uno. En este sentido, nosotros queremos un planeta que continúe siendo habitable y también queremos desarrollarnos económicamente porque vivimos acá. El concepto de PPP lo que trata es decir que estas dos necesidades no deben estar en veredas opuestas, sino que tienen que ir por el mismo sendero y es lo que nos ha permitido adherirnos a este programa: poder compatibilizar producción y conservación.

 

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Previo a esta iniciativa, Arauco Argentina ya se había embarcado en la certificación de su manejo forestal.

“Hace ochos años obtuvimos la certificación FSC y luego la PEFC, referidas a servicio ecosistémicos. En el caso de FSC es una ONG internacional que está formado por tres cámaras, social, ambiental y económica, que tienen un equilibrio de fuerzas entre sí y promueven el manejo forestal a través de diez principios que abarcan desde lo legal, derechos de los trabajadores, derechos de las comunidades originarias, protección de bosques nativos y aprovechamiento de plantación. El caso del PEFC es similar. Es un programa paraguas en el cual cada país se adhiere. En nuestro caso, nos adherimos a través de una norma IRAM y Argentina tiene su propio estándar a través del CERFOAR, que es el Sistema de Certificación Forestal Argentino. Son básicamente dos estándares reconocidos a nivel mundial, que promueven el manejo forestal y se certifican por un periodo de cinco años en el caso del FSC y tres años en el caso del EPFC, con auditoría de seguimiento anual”, explicó Pablo Cortez.

En paralelo a eso, en 2020 Arauco se convirtió en la primera empresa forestal en el mundo en alcanzar carbono neutralidad.

“Esto es básicamente que las emisiones que generan nuestras actividades económicas son iguales o menores a la cantidad de carbono que fijamos a través de la producción y conservación. Nosotros hoy tenemos unas 7 millones de toneladas positivas de carbono. Nuestro compromiso es incluso reducir nuestra huella de carbono de forma más paulatina”, agregó Cortez.

-¿Cómo llegaron a dar con la Fundación ProYungas?

Pablo: -Nosotros teníamos ya antecedentes de vinculación en el año 2009-2010 con un trabajo que había hecho la Fundación, que se llamó Puesta en Valor de las Área de Bosque Nativo de Arauco. Se había hecho un relevamiento inicial de todas las áreas que la empresa ya conservaba, con miras a construir un visor web donde también podamos volcar toda la información que nosotros generábamos. Nuestra filosofía ya tenía mucho en común con lo que promueve ProYungas, y una falencia o una debilidad nuestra siempre ha sido la comunicación. Siempre nos costó transmitir todo lo que hacemos puertas adentro y por eso en un momento pensábamos en el visor web, como una forma de publicar y difundir esa información.

-¿Cómo se define el porcentaje de superficie que Arauco incorporará ahora al programa PPP?

Pablo: -Nosotros incorporamos todo el patrimonio. Para Argentina definimos 7 paisajes en total, de los cuales 4 están ubicados en Misiones y 3 en el Delta. Esta definición de paisaje tiene que ver con las características de la población, los ambientes productivos, y también un poco la historia de colonización socioeconómica de la provincia.

-El concepto es entonces sumar todo el patrimonio para, a partir de la adhesión al programa, definir en qué áreas apostar a la producción y en qué otras a la conservación.

Gustavo: -Tal cual, y cada una con su particularidad. Por ejemplo, el paisaje productivo protegido del Uruguay, que se une con parques nacionales, forma un macizo de bosque nativo muy grande que es crítica para la conservación del yaguareté. Entonces, nuestras actividades tienen que estar orientadas a la conservación del yaguareté. En el Delta tenemos el paisaje productivo del Ciervo de los Pantanos, por lo tanto, nuestras actividades están orientadas a la conservación del Ciervo de los Pantanos. También tenemos en el Delta un paisaje productivo que se compone de islas anegadizas con características de pajonales muy distintas, en el cual uno puede plantar sauces. Existen plantaciones de sauces, pero también tiene que manejar el agua para poder conservar el humedal.

 

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-El programa entonces no los obliga a tener determinado porcentaje de la superficie protegido.

Pablo: En un principio no nos dice cuál es el mínimo. Uno de los puntos del programa es la planificación de uso del territorio. La empresa desde el año 2003 no hace cambios de uso de suelo de ambientes silvestres a productivos. La superficie productiva que hoy está es con la que nos manejamos. Inclusive tenemos un programa de restauración de áreas naturales. Llevamos aproximadamente 4.000 hectáreas restauradas o que están en proceso de restauración, desde el año 2003 hasta hoy. Y tiene que ver justamente con áreas frágiles que fuimos identificando o áreas que están vinculadas a cursos de agua. Nuestra política es ampliar las zonas de bosques nativos, bosques protectores, de cuencas hídricas y/o zonas de conectividad.

-Si nos ponemos en el lugar de abogado del diablo, cabe la pregunta por los incentivos detrás de este programa PPP. ¿Arauco obtiene algo con esta adhesión? ¿Ganan algo o qué los motiva?

Gustavo: -No, no tenemos incentivo económico. Básicamente a lo que nos ayuda este programa como herramienta es a poder seguir trabajando en armonía con la comunidad. Tenemos muchos ciervos de los pantanos en un predio. Obviamente hay investigadores que quieren trabajar con los ciervos, entonces tenemos que prestar atención a lo que nos dicen porque claramente de lo contrario terminaríamos siendo autistas dentro de la comunidad.

A continuación, Cortez agregó: “Uno de los puntos positivos que identificamos en el programa tiene que ver con la comunicación y las alianzas. Ya sean estas con el sector académico, el sector ambiental o con otras empresas que tienen implementado el PPP.  Es un espacio muy valorable porque se comparten las experiencias y también nos permite compartir un rumbo y promover la producción y la conservación. Para que esta actividad se sustente en el tiempo es fundamental lograr alianzas y tener un sustento social”.

-En el marco de este programa y pensando en la conservación de parte de su superficie, ¿puede Arauco pensar en expandir su producción forestal?

Gustavo: -Sí, en el caso de Arauco consideramos que lo importante es aumentar la productividad de la superficie útil. No tenemos previsto expandirnos ni en la provincia de Misiones ni en la región centro. Creemos que lo que tenemos que hacer es aumentar la productividad de los sitios.

-¿Y qué otros planes tiene la compañía de acá al futuro?

Gustavo: -Además de las certificaciones que tenían que ver con servicios ecosistémicos, estamos trabajando con la provincia de Misiones en la incorporación de macizos importantes de bosque nativo al sistema de áreas naturales protegidas. Esto lo hemos hecho con un predio que se llama Valle de la Alegría, que son 8.500 hectáreas de bosque nativo que hemos incorporado el año pasado, y estamos trabajando en conjunto con el Ministerio de Ecología para incorporar otros macizos de bosque nativo al sistema de áreas naturales protegidas.

-¿Cómo se llevaría adelante esa incorporación?

Gustavo: -Por un lado, nosotros tenemos el compromiso de por 20 años no tocar ese macizo de bosque nativo. No hacemos ningún tipo de aprovechamiento, porque si bien hoy es una declaración, no deja de ser una declaración voluntaria. Al incorporarlo al sistema por 20 años ya queda firme esta decisión. Y por otro lado, nos permite trabajar en conjunto con el Ministerio de Ecología y otras dependencias de la provincia en el cuidado y protección de estos recursos referidos a, por ejemplo, la caza ilegal o al recuerdo patrimonial.

-¿Arauco entonces seguirá proyectando un crecimiento en términos de áreas protegidas?

Pablo: Exactamente. Son campos que forman parte del patrimonio. No es que estamos incrementando superficies, porque tiene la particularidad que son grandes bloques de conservación y a través de un convenio con el Ministerio se establece esta figura de reserva privada. Es una ley de la provincia de Misiones que te permite adherirte al programa de reservas privadas de la provincia.

-¿Consideran que el sector en general se está dando cuenta de que hay que ir hacia una integración de la producción y la protección? ¿Cómo está el sector forestal en la Argentina en este sentido? ¿Está esta cuestión en agenda más allá de lo que Arauco haga en forma particular?

Gustavo: -Todo el sector forestal está en sintonía. Yo creo que es posible que esté a la vanguardia incluso en estos temas porque los requisitos y certificaciones son muy exigentes. Y te diría que todas las empresas forestales de Argentina, en mayor o en menor medida, están transitando el mismo camino que nosotros.

-¿Y en lo que respecta a la rentabilidad del sector? ¿Las cuentas cierran para que las empresas forestales puedan encarar iniciativas como estas que, finalmente, suponen una merma de la ganancia económica final?

Gustavo: -Esta es una actividad de largo plazo, entonces uno pasa por ciclos. Todo el país está viviendo un momento difícil y el sector forestal no escapa a eso, incluso con la gravedad de que es una actividad de largo plazo. Entonces, mucho de lo que hace uno hoy es pensando 15 o 20 años en adelante. Lo podemos hacer a un costo importante.

Fotos: Arauco / Argentina Forestal

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