La Fundación Barbechando, que sigue la actividad que se hace en el Congreso Nacional en materia de política agropecuaria, realizó un balance negativo de lo trabajado a nivel legislativo durante el periodo de gobierno de Mauricio Macri.
“Todas las fuerzas políticas no supieron o no terminaron de encontrar un modo de trabajar en un Congreso tan multipolar. Había tres ocuatro fuerzas sin mayoría. Y por otro lado, la situación económica general condicionó proyectos de ley con vinculación a las finanzas. Eso hizo un Congreso que no alcanzó nuestras expectativas”, resumió en Bichos de Campo, Álvaro Tomas, presidente de la fundación Barbechando.
Para Tomas, “más que medir el número de leyes obtenidas, hay que medirlas por la trascendencia de aquellas que se sacaron adelante”.
“Tal vez, si lo mirás desde el sector agropecuario, pensás que fueron pocas leyes vinculadas al agro. Pero si lo mirás desde el punto de vista político o económico, teniendo una minoría, el Gobierno logró sacar aquellas leyes que más le interesaban, como el cambio previsional que logró más allá de la crisis política. Llevó adelante proyectos de presupuesto o de cambios económicos y se enfocó más en eso que en lo sectorial agro”, añadió.
De acuerdo con Tomas, tampoco hay que abrir expectativas ahora. Explicó que “en los próximos dos o tres meses el Congreso estará absorbido por los temas impositivos, presupuestarios y de emergencia económica. Estará más abocado al tema de las retenciones que a semillas y fertilizantes”.
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De acuerdo con el presidente de fundación Barbechando, de ahora en más la construcción de consensos en el Congreso dependerá de tres grandes grupos: “los que tendrán poder de veto u obstaculización tienen una diversidad de intereses muy importante y son el bloque del peronismo en el Senado, el bloque del peronismo en Diputados, y el gran bloque de diputados de lo que será la oposición a partir del 10 de diciembre. Si querés llevar adelante algún proyecto de ley, necesitarás de la aprobación y consenso de estos tres grandes bloques”, indicó.
“Lo que uno quiere como sector es no sólo que avancen algunas cosas, sino también cosas que no avancen. El ejemplo más claro que hemos tenido en los últimos 10 años fue cuando algo no avanzó, y fue la resolución 125, el momento en que el poder legislativo frenó una iniciativa del poder ejecutivo”, agregó Tomas.
Respecto de los proyectos pendientes de aprobación para el agro, Tomas se refirió al demoradísimo proyecto de Ley de Semillas. “Perdió estado parlamentario y habrá que presentarlo de vuelta”, explicó.
En cuanto al proyecto de Ley de Fertilizantes, otro esperado en la comunidad agropecuaria, Tomas dijo que “tenía media sanción, pero se volvió a presentar en mesa de entrada. De modo que necesita dictamen de las comisiones en donde se presenta. Todo lo que tiene que ver con un tema impositivo pasa por la comisión de Presupuesto y por la de Agricultura, y lo mismo pasa con Semillas, ya que tiene un aspecto de desgravación impositiva”.