El conflicto entre las empresas lácteas y el gremio Atilra continúa a la orden del día. Según detallan desde las compañías, hoy no están en condiciones de concretar el aporte extraordinario de 16.000pesos que solicita el gremio para financiar su obra social. El argumento de las empresas es que están atravesando una complicada situación financiera.
En el caso particular de Mastellone, la líder del negocio, los últimos números de su balance dejaron en evidencia la debacle financiera que están viviendo las empresas, tanto grandes como chicas.
Mastellone perdió en el primer semestre del año más de 1.100 millones de pesos. La empresa explica que en el mismo período sus costos de producción y comercialización se incrementaron el 28%, mientras que entre noviembre y julio solo pudo incrementar sus precios en las góndolas un 3%.
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El programa de Precios Cuidados impuesto por el Gobierno le pone el pie encima a los incrementos de los productos de la canasta básica. Las empresas lácteas explican que ante estas situación están trabajando íntegramente a pérdida.
Solo algunas pocas firmas salen airosas de esta situación y son las que pueden exportar gran parte de su producción. Tal es el caso de la gigante Adecoagro, que pica en punta en la exportación de leche en polvo, entre otros productos. Mientras tanto, Mastellone vuelca más del 90% de su producción al consumo interno.
Similar es el caso de Danone, la firma francesa que en la Argentina juega en el negocio de los postres y yogures. Solo durante el año pasado su casa matriz tuvo que inyectarle 100 millones de euros para compensar la rentabilidad negativa y este año esperan que hago otro aporte que los ayude salir a flote.
La empresa, que está presente en el país desde 1994, tuvo que afrontar pérdidas por primera vez en 2018 y 2019.
A este escenario también se le suma la más que preocupante caída del consumo en el mercado doméstico.
Según fuentes industriales, desde el 2010 a la fecha el yogur perdió presencia en el 24% de los hogares del país, lo que significa que más de 3,2 millones de familias argentinas dejaron de consumir este alimento considerado esencial.
La disminución en el consumo de productos lácteos encuentra un paralelismo, según detalla la consultora Claves, al considerar la tendencia declinante del PBI, que se redujo 13 % durante la última década.
Mientras tanto el gremio Atilra sigue tensando la cuerda y continúa adelante con su plan de lucha. Por su parte el empresariado sigue de cerca este tema con extrema preocupación y solicita que el Ministerio de Trabajo interceda activamente.
En cuanto a la cuestión económica, este miércoles Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal, se reunirá con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y uno de los temas que el representante de las alimenticias promete llevar al encuentro es justamente el conflicto lácteo y la debacle que enfrentan las empresas del sector ante los precios congelados.
Finalmente, yendo a un tema más financiero, recientemente la firma Red Surcos, primera empresa argentina del mercado de fitosanitarios, emitió nuevas Obligaciones Negociables por un monto de 15 millones de dólares, a una tasa del 4% y a 18 meses de plazo. La empresa de insumos de esta manera sigue la senda de otras grandes que recurren al mercado de capitales local en busca de financiamiento.