Un total de 716 millones de pollos se faenaron en la Argentina durante el 2017 y la producción de carne aviar registró, al cierre del periodo, un crecimiento de 2,2% respecto del año anterior, informó un cable de la agencia Télam.
Esto sucedió a pesar de los esfuerzos del sector por autolimitar su oferta para promover una suba de los precios, ya que venían operando por debajo de los costos; pero en definitiva se produjeron 2,10 millones de toneladas de carne aviar, de acuerdo con los datos preliminares del Ministerio de Agroindustria.
“Hemos tomado la decisión de hacer un ajuste en la producción por sobreoferta del producto”, había anunciado a principios de agosto el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), Roberto Domenech, cuando el sector pisó el freno en su ritmo de faena.
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En ese momento, a las empresas se le hacía muy difícil volcar sus excedentes al mercado externo y habían acumulado un stock de dos millones de cajones en las cámaras frigoríficas. Según Domenech, había que recortar la producción de carne cerca del 12%, y este ajuste finalmente se produjo y se refleja en las cifras oficiales de diciembre pasado, que muestran que la faena mensual se redujo casi 7% en relación con igual mes de 2016, pero no alcanzó a torcer las cosas en el acumulado anual.
Según Agroindustria, entre enero y diciembre de 2017 en el país se faenaron 716.484.000 aves, 1,8% más que en 2016; y la producción de carne se elevó todavía más, 2,2%, por el mayor peso de los animales, ubicándose en 2,10 millones de toneladas.
Datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva) revelan que los precios del pollo al consumidor se mantuvieron estancados en torno de los $ 34 por kilo durante todo el primer semestre de 2017. Pero a partir de la estrategia del sector para achicar sus stocks comenzó a notarse una recuperación, y el kilo pollo terminó vendiéndose a fin de año a un promedio de $ 38,88.
A pesar de esta recomposición, que de todos modos fue inferior a la inflación minorista registrada el año pasado, el consumo interno de pollos se mantuvo firme. Los datos preliminares de Agroindustria muestran que cerró 0,6% por encima de 2016, con un promedio de 44,05 kilos anuales por habitante.
La crisis avícola también obtuvo alivio gracias a un leve repunte de las exportaciones de carne aviar, que cerraron 2017 con un salto del 9,8% y se ubicaron en 204.150 toneladas, es decir en torno del 10% de la oferta total.
En tanto, las importaciones de pollos, fundamentalmente desde Brasil, se redujeron 28%, sumando escasas 6.000 toneladas a lo largo de los doce meses del año pasado.