Una nueva edición del índice Ag Barometer Austral, una encuesta elaborada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, revela que por primera vez desde que se elabora este indicador “los productores argentinos ven con igual pesimismo el futuro que la situación presente”.
Algunos resultados son preocupantes de cara al cambio de gobierno que se producirá la semana próxima. Por ejemplo: El 76% de los productores piensa que los próximos 12 meses serán malos tiempos financieros para el sector agropecuario. Y casi el 80% cree que es un mal momento para realizar inversiones. Por eso los hombres de campo abrieron el paraguas, ya que el 67% reconoció que ha utilizado alguna estrategia de cobertura de precios para la campaña 2019/20.
En varias ediciones de esta medición de expectativas se había señalado que los productores veían en el presente una combinación de hechos (referentes a lo financiero y el acceso a crédito, fundamentalmente) que los volvía pesimistas respecto a su situación actual, pero a pesar de eso conservaban expectativas a futuro, vislumbraban buenas perspectivas para el sector.
“Esto por primera vez ha cambiado desde que se elabora el índice, y los productores se ven tan mal en el futuro como en el presente. Sin dudas, la incertidumbre respecto de las políticas a aplicar en relación al sector por parte del gobierno entrante, está haciendo mella en el ánimo y las expectativas de los productores agropecuarios”, resumió el trabajo.
Algunos datos del AG Barometer Austral son:
- El Índice de condiciones presentes -que incluye las preguntas sobre la situación financiera actual y la oportunidad para hacer inversiones importantes hoy- tiene un valor de 64, que no es el mínimo de la serie (el mínimo fue noviembre 2018 con un valor de 43) y se mantiene igual que la medición de septiembre 2019, luego de haber tenido en julio el valor máximo de 105.
- El Índice de expectativas Futuras -que incluye percepciones sobre cómo estará su explotación a un año y percepciones de la economía agropecuaria en los próximos meses y en los próximos 5 años- es el que muestra el mayor deterioro cayendo de 80 en septiembre a 64 en noviembre, resultando en el valor mínimo de toda la serie. Esta caída es sustancial si la comparamos con el valor de 158 de julio que resultó el máximo de la serie.
- En el Índice de Condiciones Presentes, un 39% de los productores manifiestan estar peor finan- cieramente con respecto a un año atrás y 79% de los productores piensan que es un mal momento para realizar inversiones.
- En las Expectativas Futuras un 55% de los productores piensan que de aquí a 12 meses sus empresas van a estar peor financieramente, obteniéndose un Índice de 63 para esta pregunta. Es el peor de toda la serie histórica que en julio alcanzó un máximo de 140.
- Continuando con las Expectativas Futuras, 76% de los productores piensan que los próximos 12 meses serán malos tiempos financieros para el sector agropecuario y es la peor medición de toda la serie, con un valor de 48.
En este entorno, se remarcó que “un 61% de los productores esperan malos tiempos para los próximos 5 años. Este Índice que siempre fue positivo hasta el mes de julio, ha experimentado desde septiembre hasta hoy una drástica caída, llegando a un valor de 79 en noviembre, el más bajo de toda la serie”, se destacó.
La incertidumbre política, el acceso al crédito y financiamiento y las retenciones, son los principales desafíos que enfrentan los productores para los próximos 12 meses. Hace un año, en cambio, el clima era la principal preocupación.
Frente a esta realidad, el 67% de los productores ha utilizado alguna estrategia de cobertura de precios para la campaña 2019/20, y en todos los casos el nivel de uso de estas herramientas es mucho mayor al año previo: 53% con forwards, 52% con futuros, 46% con negocios a fijar por Chicago y 46% con PUT.
Carlos Steiger, Investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, destacó que “a pesar de las malas expectativas y la incertidumbre en torno a la cuestión política, más de la mitad de los productores, aún en este contexto, manifiesta que invertirá lo mismo o más que el año pasado”.
“Solo un 14% de los productores manifiesta que su inversión por hectárea será en este ciclo menor al de la campaña pasada. En general, el productor tiene una voluntad de mantener la productividad y el paquete tecnológico”, concluyó Steiger.
Por otro lado, la ganadería argentina presenta buenas perspectivas de rentabilidad para casi todas las actividades. Esto es el resultado del incremento de las exportaciones a niveles récord, fruto de la demanda China, que pareciera no tener techo en el corto plazo. El factor dinamizante de China tiene un notable impacto, a punto tal que en el mes de octubre las exportaciones de carne sumaron 96.000 toneladas con subas del 20% mensual y 60% interanual, que superan al valor máximo alcanzado en noviembre de 2005 (habría que remontarse a la década de los 60 para encontrar volúmenes similares). Este año se espera superar las 800.000 toneladas de exportaciones.
El problema que se plantea es el impacto sobre los precios internos, golpe que se traslada a los consumidores. Se provocó una caída del 10 % en el consumo per cápita, aunque el consumo agregado de todas las carnes (vacuna, pollo, cerdo) se mantiene en los 110 kilogramos per cápita.
En este contexto, los productores manifestaron ser optimistas en cuanto a la rentabilidad de las actividades ganaderas. La excepción son los feedlots, donde los márgenes han caído como resultado de una relación desfavorable gordo/invernada (agravada por la estacionalidad) y la relación de precios granos/hacienda gorda. Estos factores provocaron que el porcentaje de ocupación de los feedlots sea bajo y hace presumir una menor oferta de hacienda para faena en los próximos meses.
Aún existe la percepción de riesgo frente a las autoridades que asumirán el 10 de diciembre. Se teme que quieran volver a las prácticas del 2006 (retenciones, cuotificación, ROE rojos, etc.), lo cual alteraría este panorama optimista para los productores.