La faena vacuna habría caído un 18% en noviembre, respecto del mismo mes del año pasado. El mes pasado se faenó, según se desprende de los datos sobre el movimiento de hacienda aportados por el Senasa, la cantidad de 1 millón de animales contra los 1,224 millones registrados en noviembre de 2020 y reportados por el Ministerio de Agricultura.
En tanto, respecto de octubre de este año, la caída en la faena vacuna rondó un preocupante 5,7%. Hay que esperar ahora los números finales de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario para confirmar esta tendencia.
Por lo pronto, en base a los movimientos se sabe que la participación de las hembras en la faena el mes pasado fue de 45%, en línea con lo que se viene dando en los últimos meses y con el promedio de este año, que fue de 44,5%. En tanto se produjo una marcada caída en la oferta de novillos y novillitos, cuya presencia se redujo 24%.
La menor oferta de ganado, que según los operadores se mantendrá en niveles reducidos durante los meses del verano, fue la que forzó la fuerte suba del precio de la hacienda y sobre todo de las categorías vinculadas al consumo interno como novillos, novillitos y vaquillonas. Esa suba, a su vez, se hizo notar en los mostradores de supermercados y carnicerías.
El mes pasado, el precio de los novillos promedió los 210 pesos, lo que significa una suba de 10% respecto de octubre. Los novillitos cerraron a 224 pesos por kilo vivo, lo que implica un incremento de 18%. Las vaquillonas tuvieron el mismo incremento, mientras que las vacas mejoraron sus valroes promedio un 7%.
Desde el cierre de noviembre y en el arranque de diciembre se observa un mercado más tranquilo. Los matarifes y frigoríficos están intentando recomponer márgenes e intentando el traslado de esos aumentos al precio en la góndola, un proceso que se ve limitado por el menor poder de compra del consumo y las presiones oficiales.
La suba de la carne que se dio hasta ahora no alcanza para compensar los costos del engorde y el diferencial con los terneros de cría sigue siendo muy amplia. En promedio el ternero macho de 180 kilos se vende en los 300 pesos, aunque los más livianos superan ampliamente ese valor. Así, la brecha con el ganado que va a faena es de 25/30%, lo que hace inviable el encierre y la terminación a corral.
Con respecto a la evolución del mercado, hay diferentes miradas. Pero lo que está claro es que la oferta de hacienda y de carne vacuna no será alta y difícilmente supere los 48/50 kilos por habitante/año en los meses que vienen. Este escenario les da una nueva oportunidad de penetración en el mercado interno a la carne de pollo, pero sobre todo a la de cerdos, que ya han venido ocupando el terreno perdido por la carne vacuna.