Cualquiera que no entienda demasiado podría suponer que, a primera vista, la vida de Ana Errazquin es perfecta. Ella vive con su familia en un campo ubicado entre Coronel Dorrego y Monte Hermoso, a solo diez kilómetros de la playa y muy cerca de una laguna donde se puede ir de pesca. Pero en realidad, la vida de Ana está llena de desafíos.
Errazquin es ingeniera agrónoma y productora. Y se ha planteado hacer bien las cosas. Es decir, producir lo máximo que se pueda pero cuidando a la vez los recursos naturales que la rodean. Por eso se asoció a Aapresid, la entidad que promueve la siembra directa. Hoy dirige la Regional Bahía Blanca de esa entidad.
-Monte Hermoso, la playa… Tu zona parece maravillosa. ¿Pero cómo es producir tan al sur de la provincia de Buenos Aires, donde nos acercamos al final de la frontera agrícola?
-Producir al sur de la provincia, con frío y heladas, por suerte en mi caso no es tan complicado porque estamos cerca del mar. Pero entramos en una zona donde las lluvias son más escasas, y entonces hay que tratar de guardar en el suelo el agua que llega, para poder producir. Coronel Dorrego tiene mucha variabilidad de lluvias, desde el oeste para el este. En el oeste llueve menos y hacia el este algo más. Nosotros en el campo el promedio de lluvias que tenemos es de 550 milímetros al año.
-¡Es la mitad de lo que llueve en la ciudad de Buenos Aires!
-Cuando queremos ver lluvias prendemos la tele y miramos los informativos. Causa bastante envidia ver llover a veces. Pasa. La estamos sufriendo puntualmente este año, porque tuvimos menos lluvias de lo normal. Estamos sufriendo una seca importante en la zona.
Mirá la entrevista completa con Ana Errazquin:
Ana tiene la sonrisa siempre dispuesta y es amable para contestar, siempre. Le preguntamos entonces qué queda ára su zona de la imagen que muchos citadinos tienen de la siembra directa, a la que vulgarmente se suele asociar sobre todo con la producción masiva de soja transgénica y glifosato.
“Nosotros soja no hacemos, no se puede. Prácticamente el único cultivo de verano que funciona y está tomando auge en la zona es el maíz. Y bueno, el girasol en casos puntuales también se hace. Pero el fuerte de la zona nuestra son los cultivos invernales: el trigo, la cebada, la avena. Y el planteo usualmente es mixto, agrícola-ganadero. Por eso también incorporamos verdeos, algunas pasturas en base a la alfalfa. Y todo eso siempre con el régimen de lluvias nuestro. O sea que la producción forrajera es mucho menos que por ahí la que se mide en otros lugares. Y los techos de rinde son mucho más bajos que en otros lados”, nos explica con paciencia.
-¿Entonces para que sirve la siembra directa en esa región?
-La siembra directa lo que permitió, además de no remover el suelo, es hacer un manejo integral del campo, mejorar las rotaciones, incorporar distintos cultivos, mejorar la producción de verdeos. Y con todo ese manejo, estamos tratando ahora de incorporar cultivos de servicio ahora también. Cada vez más tratamos de mejorar la productividad del sistema.
-De uno a diez, ¿qué tan difícil es producir en esas condiciones?
-Yo lo tomaría como desafiante. Es un desafío trabajar en zonas con menos agua, lo mas restrictivo es eso, y hay que tratar de manejar la nutricion de los cultivos en función de eso, las fechas de siembra. Te manejás mucho con pronósticos para ver si podes sembrar o no. Es lindo desafiar mucho el ingenio, y buscar alternativas. Yo tampoco estoy en la peor zona. Hay gente que trabaja en zonas mucho peores que la nuestra y también se meten a producir en lugares que por ahí uno cree que están locos. Sin embargo lo hacen.
-¿De qué conversan los productores de Aapresid cuando se juntan?
-Por pertenecer a Aapresid nos obsesiona como primer punto cuidar el suelo. Antiguamente, cuando se hacían labranzas, teníamos erosión hídrica y muchísima erosión eólica. Nuestro punto principal es ese, cuidar el suelo. Y para cuidarlo, hay que ver cómo diversificamos en la producción.
-¿Y qué necesitan de los gobiernos, de la política agropecuaria?
-No hay una política agropecuaria. En realidad, lo que yo creo es que los gobiernos -no solamente al campo sino a todo la estructura productiva del país-, lo que tiene que hacer es dejarnos trabajar. O sea eliminar burocracia, eliminar trabas, poner reglas de juego claras, concretas, y que no te las cambien la bocha cada dos o tres meses.
-¿Les sucede eso?
-Todo el tiempo. Vos estás produciendo trigo en una zona triguera, cosechamos y no sabemos si el año que viene te van a decir que aumentan las retenciones, o si cerramos las exportaciones, o no sé… Yo creo que cualquier productor lo que busca son reglas claras. Obviamente menor presión impositiva pedimos todos. Pero trabajar tranquilos, saber hacia dónde vamos. Y que al que produce, sea en el campo o en la ciudad, no lo castiguen por producir, por ser el que genera riqueza. Muchas veces en este país eso se ve como algo negativo.
-¿Vos sos una persona rica si generas tanta riqueza?
-A nivel económico, de plata, soy como cualquiera, de clase media. Tenemos nuestras limitantes. Pero la riqueza pasa por otro lado: tengo una familia linda, tengo hijos, hago lo que me gusta, trabajo de lo que me gusta.. Así que si es por eso, yo me siento rica.