Malas noticias para el sector lácteo argentino. Hoy el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, solicitó a las empresas elaboradoras de bienes básicos que mantengan congelados por 90 días los precios de los productos incorporados al programa oficial de precios máximos (“Precios Cuidados”).
El pedido o la exigencia –como se prefiera interpretar– se registró hoy la sede porteña del Ministerio de Desarrollo Productivo, donde los representantes de las industrias elaboradoras de alimentos básicos aceptaron congelar los precios mayoristas, mientras que las cadenas de supermercados hicieron lo propio con los valores minoristas.
Con eso el gobierno de Alberto Fernández espera poder hacer frente con cierta holgura las elecciones legislativas de noviembre próximo y las fiestas de fin de año.
La cuestión es que, mientras que otros sectores alimenticios tienen cierto margen para sortear los quebrantos generados por tener que subsidiar con recursos propios el programa de precios máximos, no es precisamente el caso de la industria láctea.
Los productos del sector incluidos en el programa oficial de “Precios Cuidados” son la leche fresca y larga vida, leche en polvo, leche chocolatada, crema, manteca, dulce de leche, yogur firme y bebible, queso untable, queso crema, queso rallado, queso por salut, queso cremoso, postres lácteos y queso muzzarella. Es decir: una cantidad im-pre-sio-nan-te.
Además de, Daniel Funes de Rioja y Carla Martin Bonito, directivos de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), por parte del sector lácteo asistieron a la reunión representantes de Sancor, Carlos Olano Melo; de Williner (Ilolay), Luis Andreo; de Danone, Diego Buranello; de Mastellone, Jorge Roldán e Isabel Ferrarotti; de Saputo, Germán Ayalas; y de Nestlé, Bel Leandro Enrique, entre otras muchas empresas industriales y supermercadistas.
15 minutos después de que anunciaron el congelamiento de precios… pic.twitter.com/JK3jwYO2WH
— VIKING 🇺🇦🇦🇷🇺🇸🇮🇱🇮🇹 (@WalhallaMann) October 13, 2021
La obligación impuesta, en un contexto de aceleración inflacionaria, provocará –tal como ya sucedió en el pasado reciente– una ventaja competitiva de aquellas empresas lácteas que tienen la posibilidad de comercializar sus productos fuera de los “radares” de los agentes de Comercio Interior.
Para los tamberos no se trata tampoco de una buena noticia porque el precio recibido se venía ajustando a cuentagotas en línea con el período de mayor producción estacional de leche.
Hoy la Dirección Nacional de Lechería indicó que el precio promedio ponderado de la leche liquidada en septiembre pasado por 364 industrias argentinas fue de 33,0 $/litro versus 32,5 y 32,1 $/litro en agosto y julio de este año.
Si el congelamiento de precios mayoristas de los lácteos básicos termina promoviendo un fenómeno similar en el valor de la leche producida por tamberos, la medida oficial perjudicará a los productores más pequeños para fomentar el proceso de concentración sectorial.