Las exportaciones de carne de cerdo arrancaron en 2018 y desde entonces vienen creciendo a ritmo sostenido. En 2019 sumaron 25.000 toneladas, en 2020 llegaron a 41.000 y para este año los referentes del sector esperan un nuevo salto de la mano de la firme demanda de China.
Según Guillermo Proietto, integrante del consorcio de exportadores Argenpork, en 2021 los embarques podrían sumar entre 45.000 y 50.000 toneladas, lo que en definitiva implicaría duplicar el volumen despachado hace tan solo dos años.
Sin dudas se trata de un salto porcentual muy importante, que se vería apuntalado por un incremento de la producción. Según el directivo, esta oferta permitiría mantener bien abastecido al mercado interno, donde se destinaría el 93% de la oferta total.
Buenas noticias!!! Te mostramos las exportaciones del mes de febrero que nuevamente aumentaron. En los dos primeros meses exportamos un 71% mas que en el mismo período del año anterior #cerdoargentino #porcinos pic.twitter.com/nFiNPHkWrC
— Juan Luis Uccelli (@juanluisuccelli) March 16, 2021
Además, según indicó Proietto, también mejoraron los precios en los últimos meses. Los valores FOB de lo que se vende a China llegaron a los 3.000 dólares por tonelada, aunque en un marco de creciente volatilidad.
China importará este año más carne debido a que no tiene controlada todavía la Peste Porcina Africana, una contagiosa enfermedad viral que todavía no tiene cura, que empezó a sufrir en 2018, y que la obligó a eliminar una gran cantidad de cerdos propios. En tal sentido, un reciente informe del ROSGAN (Mercado ganadero de Rosario) indica en el primer bimestre de este año “sus importaciones de carne (vacuna, porcina, aviar) crecieron cerca de 30% respecto a igual período del año pasado”.
“La realidad es que, con la aparición de los estas nuevas variantes de la Peste, el mercado ya comienza a descontar que China importará este año nuevamente volúmenes muy altos de carne”, añadió ese informe.
Proietto destacó que, de todos modos, hay limitantes al desarrollo de las exportaciones argentinas de carne de cerdo, que básicamente tienen que ver con la infraestructura en las fábricas. Dijo que falta capacidad de frío en las empresas, algo que podría ser compensado con la utilización de depósitos de congelado de terceros. Pero esa alternativa no es aceptada por el mercado chino, que exige el congelado en la planta dónde se produjo la mercadería.
Además hay limitantes que tienen que ver con la cuestión cambiaria. El retraso del dólar oficial -que es sobre el que se calculan las exportaciones y las retenciones-, combinado con una inflación creciente en pesos complica el resultado de las ventas al extranjero.