Un estudio reciente realizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) concluyó que el campo sumó un 63% de imagen positiva durante la cuarentena y que solo el 14% de la población ve a la actividad ganadera como “no sustentable”.
El relevamiento se realizó en agosto, a través de un panel online sobre 1.100 casos de personas de 18 años o más, con acceso a internet, pertenecientes a distintas zonas geográficas y niveles socioeconómicos. El propósito del estudio fue evaluar la imagen que tiene la sociedad del campo, particularmente en relación a la actividad desplegada por la cadena de ganados y carne vacuna.
El informe, que buscaba mensurar el impacto de las denuncias de grupos ambientalistas que ubican a la ganadería vacuna como la principal fuente de emisiones de gases del efecto invernadero (cuando en realidad ese demérito corresponde a la quema de combustibles fósiles), precisó que en lo que va de la pandemia, la valoración positiva se debe “seguramente a que se ha podido garantizar el funcionamiento de las distintas cadenas agroalimentarias y la sociedad no ha sufrido desabastecimiento de ninguna clase de productos”.
De esta forma, un 62% de los encuestados vinculó a la producción ganadera con una actividad sustentable, un 14% afirmó lo opuesto y un 24% demostró no tener conocimientos sobre el tema. Desde un punto de vista etario, el segmento que más se mostró en desacuerdo con la actividad fueron los centennials, de entre 18 y 25 años.
En cuanto al consumo de carne, el estudio del IPCVA reveló que el 61% de la población no siente culpa por destinar animales a la faena, contra un 39% que presentó remordimiento. En materia de bienestar animal, un 34% de las respuestas demostraron que no conocen de qué se trata ni pudieron explicar el concepto.
En relación al comportamiento de los consumidores, el estudio concluyó: “Si bien la cadena de carnes tiene en estos momentos una buena imagen y la “cultura carnívora de los argentos” no está en riesgo por posibles cuestionamientos ambientales, éticos o morales ligados a la faena de animales, es cierto que aquellos que adhieren a las conductas alimentarias que abandonan o disminuyen el consumo de carne poseen hoy en día una mayor militancia y activismo en las redes sociales. Lo que se ve o se escucha en las redes pareciera encaminarse a un mayor cuestionamiento de la carne”.