Uno de los principales aspectos que distingue a la lechería misionera es que el valor agregado se realiza en origen. Esto significa que Misiones industrializa casi la totalidad de su producción primaria elaborando alimentos de primera calidad como quesos y otros productos derivados de la leche. El desarrollo de esta agroindustria avanza de la mano del modelo cooperativo y de activas políticas públicas que acompañan su crecimiento.
La integración de la cadena productiva lechera permite que los quesos misioneros tengan características especiales respecto de los industrializados por grandes marcas. Según un informe del Ministerio del Agro local, los quesos de Misiones “son productos únicos por las particularidades que presenta la leche de la zona y además, en su elaboración no se utiliza ningún tipo de aditivo ni agregados y se cumplen todas las etapas correspondientes para asegurar la inocuidad alimentaria”.
La provincia llega a producir 804.000 kilos de quesos variados por año a través 13 establecimientos distribuidos en 3 cuencas lecheras.
En Misiones se elaboran diferentes variedades de quesos: cremoso, tybo o barra, muzzarella, sardo y Holanda, por mencionar algunos de los productos más populares. Otros derivados de la misma industria, son ricota, yogur y dulce de leche.
“La diferencia de nuestros quesos con productos elaborados en Santa Fe o Córdoba reside en la composición de la leche. La misma contiene un porcentaje de grasa total más elevado que el de las leches de otras partes del país, lo cual brinda sabores y texturas diferentes, resaltando cualidades organolépticas extraordinarias”, describió el informe.
Según el informe, la materia prima de los quesos misioneros es protagonista y responsable del valor nutricional del producto.
En la provincia, se afianzaron en los últimos años 13 asociaciones de productores que elaboran leche. Estas organizaciones nuclean a 300 familias que producen 17 mil litros de leche por día, destinados en su totalidad a la industrialización. El modelo es asociativo y cooperativo.
A grandes rasgos, Misiones tiene dos grandes cuencas, la del Alto Uruguay y la del Nordeste. En tanto que la zona Centro-Sur comenzó a dar pasos firmes en los últimos años. Desde el Ministerio del Agro se viene impulsando la organización de estas cuencas mediante la Mesa Lechera Provincial donde a través de la interacción público-privada se traza el camino y se exponen las necesidades y oportunidades del sector para la definición de políticas públicas.
Un componente central para el fortalecimiento de la lechería ha sido el desarrollo de un biotipo lechero adaptado a la región. Realizado íntegramente en la provincia, mediante un proceso de selección en el Centro de Genética Aplicada, el Gobierno provincial ha contribuido al desarrollo de un biotipo mediante la combinación de la genética de las razas Jersey y Holando, promoviendo un equilibrio entre niveles de productividad de leche, presencia de materia grasa y adaptabilidad al clima.
En este sentido, se impulsó también el Programa de Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF) en el rodeo lechero. El mismo tiene como objetivo la incorporación de tecnología reproductiva como herramienta para mejorar los índices productivos, aumentando la presión de inseminación artificial para mejorar los porcentajes de preñez.
El equipo técnico del Ministerio del Agro trabaja también en implementar un sistema experimental demostrativo de crianza artificial de terneras (Jaula, Estaca, Colectivo); manejo del recién nacido; manejo y suplementación de recría I, II y III, en la Cuenca del Alto Uruguay con el objetivo de lograr instaurar sistemas de crianza artificial de terneras como modelo a seguir en el sector.
Las acciones que se vienen ejecutando desde el Ministerio contemplan una gran inversión (por más de 25.000.000 pesos) mediante la ejecución de 5 proyectos PISEAR (Proyecto de Inclusión Socio-Económica en Áreas Rurales), con fondos nacionales y contraparte provincial, destinados a la construcción de tambos modelos e inversiones colectivas para salas de industrias de quesos, la adquisición de maquinaria agrícola, acopio y elaboración de alimento balanceado, para el agregado de valor en origen de las diferentes cadenas productivas y promoviendo la generación de empleo local.