Argentina está esperando desde hace años por la firma de un protocolo sanitario que le permitirá exportar menudencias a China. Según las autoridades, el texto ya está listo. Pero la demora se prolonga.
Los exportadores de carne vacuna confían en que la colocación de esos productos mejorará la competitividad de la cadena y esperan que su firma se logre este año.
Hace pocos días, y luego de la feria SIAL de Shangai, funcionarios chinos volvieron a inspeccionar empresas locales. Muchos creen que ese fue otro paso positivo para alcanzar ese objetivo.
Pero otro paso necesario para destrabar la firma pendiente, según indicó el exportador Fausto Brighenti, sería la visita del presidente Javier Milei a China.
“Cuando estuvimos en la SIAL de Shangai nos preguntaban por Milei, que en muchas regiones del mundo se transformó en una especie de celebrity y está ayudando mucho al posicionamiento de Argentina en el mundo. En muchos países lo quieren conocer, China lo quiere conocer”, indicó el empresario.
Y siguió: “Hubo muchos importadores preguntándonos por él. Saben que cuando viaje a China se firmará el protocolo para la apertura de las menudencias vacunas y porcinas que nos va a dar más competitividad a la cadena cárnica”.
Brighenti sostuvo que “los chinos quieren conocer a Milei y también quieren comer más carne de novillos”.
Hasta ahora las exportaciones de carne vacuna de Argentina a ese destino fueron del alimento obtenido de la faena de vacas de descarte, lo que mejoró sus precios y benefició a criadores y tamberos. Pero el operador cree que, sin descuidar ese negocio, se debe comenzar a aprovechar las oportunidades que brinda el mercado mundial y trabajar en vender carne de novillos engordados en feedlots.
El escenario mundial para el comercio de carne vacuna pinta muy bien. Estados Unidos tiene déficit de producción y salió a competirle a China, lo que elevó los precios y también la demanda europea paga muy buenos valores.
Brighenti, exportador de carne, cree que “en el segundo semestre los precios van a ser mejores, lo peor ya pasó, se viene el período de mayor demanda de China en el que se preparan para los festejos del año nuevo en ese país”.
Además, está de por medio la guerra comercial entre Estados Unidos y el país asiático, que según este operador podría generar nuevas posibilidades de negocios para la cadena cárnica argentina.
“El mundo comienza a pedir más carne de novillos engordados a corral. Esto se refleja claramente en el récord de exportación que está teniendo Australia con un récord de 130 mil toneladas mensuales en este momento y con un crecimiento importante de las ventas a China. Estados Unidos está dejando vacío el abastecimiento al nicho de carne de calidad”.
Ese espacio lo cubre Australia por una cuestión de cercanía a Asia y por eso “sus exportaciones crecieron 45% y es de carne de novillos pesados terminados en feedlots”, remarcó Brighenti quien está convencido de que en los próximos años se podría comenzar a competir con Australia y Estados Unidos por la venta a China de carne de calidad de novillos pesados, “aprovechando también la mejor genética que tiene el rodeo vacuno argentino en lugar de venderle carne de vaca”.
“Argentina llegó hasta acá exportándole a China carne de vacas de descarte, porque fue lo que el kichnerismo permitió, era la única categoría que se podría exportar sin cortes prohibidos. A eso agregale que teníamos una brecha cambiaria enorme y por eso se producían animales livianos. Ese incentivo tiene que cambiar y es lo que va a hacer que los productores hagamos recrías más largas y que se exporte con valor agregado carne de calidad”.
“Si logramos ser famosos en China por la vaca argentina 6 cortes, imaginate lo que podemos llegar a ser si vendemos el novillo argentino”, se ilusionó.
En 2024 las ventas al extranjero de carne vacuna alcanzaron un récord histórico, superando las 900 mil toneladas. En 2025 se está dando una caída en las ventas influenciada por los problemas de competitividad cambiaria y también por la menor oferta de vacas de cuya faena se obtiene la carne que sale para China.
Eso es lo que Brighenti cree que debe cambiar de la mano de las libertades comerciales que impone la política económica. “Estoy muy entusiasmado con lo que va a ser la exportación argentina de la carne a feedlot. Hay que dejar de mirar el volumen para empezar a mirar la calidad de lo que estamos exportando. Para la cadena el objetivo a 2027 debería ser lograr exportaciones por 5.000 millones de dólares”.
Ese proceso implicaría la reconstrucción del stock de novillos de la Argentina, que viene en caída libre en los últimos 20 años, y cuya carne paga derechos de exportación de 6,75% lo que es muchísimo en un planteo económico como el que impone el gobierno de Milei que obliga a ser eficiente y a revisar cada gasto.
“Eso tiene que ser eliminado inmediatamente. Esperemos que sea durante este año, pero esa es la última señal que puede dar el gobierno para decir ‘activen’ y eso significará encender la locomotora de la exportación de carne que es la única manera que tiene la ganadería de crecer, porque el mercado interno está saturado de carne vacuna, de pollo y de cerdo”, dijo Brighenti.
El exportador consideró que están dadas las condiciones para demostrar que se puede ser un proveedor confiable de este producto, porque se puede demostrar que se produce cuidando el medio ambiente, lo que debe ser acompañado por una mejor trazabilidad.