El empresario que denunció “corrupción” en Senasa para la aprobación de nuevos registros veterinarios ahora se ilusiona con el cambio de sistema y una respuesta de Sturzenegger

El año pasado, a poco del cambio de gobierno, un empresario del rubro veterinario llamado Maximiliano Bruzzone comenzó a denunciar a viva voz que había sido víctima de la corrupción en el Senasa y que los funcionarios de este organismos habían demorado durante varios años la aprobación de sus registros, de modo de favorecer a ciertas empresas por sobre otras. En ese momento, por cierto, las nuevas autoridades del organismo sanitario admitían que se acumulaban miles de expedientes pendientes de resolución, y se aprestaban a cambiar las reglas para las aprobaciones de nuevos insumos.

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En los meses subsiguientes, efectivamente el Senasa modificó las reglas para la aprobación de productos veterinarios y agroquímicos, de modo de darle mayor celeridad al tema. Y Bruzzone, que había sido clausurado tras sus denuncias contra funcionarios del organismo que supuestamente demoraban sus trámites, firmó en septiembre pasado un acta acuerdo con Senasa para internar resolver la situación de su empresa, que decidió comenzar a vender sus productos sin autorización, según explicó él mismo, como recurso para poder sobrevivir.

Esa rehabilitación todavía está pendiente de resolución. Pero el empresario, en una entrevista, se ilusionó con el cambio de reglas de juego y sobre todo se mostró agradecido con la muy buena receptividad que está mostrando el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, para remover barreras de este tipo. “Con una nueva administración han estado cambiando las regulaciones. En el caso de los alimentos, es como una declaración jurada, y los mecanismos para que los funcionarios no puedan extorsionar más a las empresas están mejorando. Las cosas parecen ser muy distintas. Tiene mucho que ver la intervención del ministerio Sturzenegger, al cual le escribí y respondió”, se alegró Bruzzone, dueño de las firmas Infec SRL y Snaiwer.

-¿Cambió la situación que denunciabas con el cambio de gobierno?

-Agradezco primero la oportunidad de poder expresar esta lucha que tengo hace 14 años. Sí, 14 años muy duros.

-¿Cómo empezó todo?

-Yo soy empresario. Tengo una línea chica de productos, pero empecé en 2008 pensando que los registraba en pocos días. Quería trabajar y pensaba que en 30 o 90 días tendría que poder trabajar.

-¿Qué quisiste registrar en 2008?

-Productos para abejas y después productos para caballos y para cerdos. Son cosas sencillas, porque es una fórmula, no es nada del otro mundo. Pero bueno, ellos lo hacían más complicado de lo que era, a propósito claramente.

-Entonces en aquel Senasa de 2008, ¿te resultó difícil registrar tus primeros productos?

-Estuve 4 años para poder registrar los primeros 10 productos, uno tiene que salir con una línea, y lo logré hacer porque mandé una carta a la Presidencia de la Nación, que en ese momento estaba Cristina. De Presidencia mandaron una carta al Senasa preguntando qué pasaba. Claramente yo no pagué el peaje que ellos querían cobrar para poder entrar al mercado. Eso era lo que ha pasado. Pero tuve 4 años sin poder vender un solo producto.

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-¿Cómo bancaste eso? Porque obviamente está prohibido vender un producto veterinario sin registro.

-Claro, sí, supuestamente. Porque ahora detectaron por todo esto que pasaba con las trabas que hay 30.000 productos sin registro de las distintas áreas de Senasa. Pero eso sucedía porque había trabas en todos los ámbitos.

-¿Y las trabas eran por esto? ¿Por que cobraban peaje?

-Yo calculo. A mi no me lo pidieron. Pero yo demostré que eran 20 empleados para ver un expediente por día. Más prueba que esa de que no hacían nada y lo hacían a propósito, no hay, ¿no? Entraban 260 expedientes por año, o sea que podían perfectamente tomarse un día por expediente para aprobarlo y no demorarlo eternamente. Era a propósito. Había empresas que tienen 200 o 300 productos, o sea que la aprobaban en promedio un producto por mes…

-Evidentemente había cierta discriminación o cancha inclinada. ¿Y cómo siguió tu historia?

-Bueno, yo después me cansé, hice una denuncia penal en el 2017, la justicia como siempre nunca hace un carajo, se desligó. Yo conté todo como era, y ahí lo sobreseyeron a un funcionario que se llamaba Luna, que después fue el jefe de las aprobaciones. Ahí me hizo la cruz y dijo que yo nunca más iba a aprobar un producto porque él se había enojado. Yo había empezado a juntar pruebas para demostrar que lo que decía era verdad, y bueno, lo demostré. Cuando logré presentar todo, creo que fue por eso, él presentó una renuncia, pero se fue a trabajar a uno de los laboratorios más grandes como jefe de asuntos regulatorios. O sea, el que controlaba y que fue denunciado, el que debía aprobar los registros, fue denunciado, sobreseído, finalmente renunció al Senasa y fue a trabajar a uno de los laboratorios líderes.

-¿Mientras tanto cómo hacías para mantener tus empresas?

-Acá el tema que yo planteo era que trabajemos todos, y solo trabajaban cinco o seis empresas que ellos querían. Por eso metían trabas burocráticas innecesarias. Y bueno, para poder seguir trabajando fui a arreglar con un laboratorio en Uruguay y aprobé los productos allá en 15 días, suplementos dietarios. Un suplemento dietario es una fórmula, un prospecto y no hay mucho más. Exporté a Brasil, en Chile lo aprobé en tres meses. Con eso me presenté a la justicia, porque hice una denuncia nueva en la Oficina  Anticorrupción, que durante el gobierno de Alberto Fernández no decía nada, decía que yo mentía, que no sé qué…

-Una película interminable.

-Ahora, cuando cambió el gobierno, presenté todo con una denuncia un poco más formal, y Anticorrupción le hizo una denuncia a todos estos funcionarios,  porque claramente demostré que había laboratorios que aprobaban 20 productos en seis meses, con tres en un día, y esos productos entraron después de los que ya habían ingresado muchos laboratorios. No había razón para acelerar unos y demorar otros.

-Los funcionarios del Senasa de algún modo lo admitieron porque en este gobierno están tratando de modificar los sistemas de registro. En agroquímicos sucedió, no sé cómo está el caso en veterinarios.

-Creo que este gobierno realmente está intentando agarrar las cosas. Incluso yo hablé una vez con el ministro Sturzenegger, al cual le agradezco porque dio un mail en un canal de televisión, lo vi y le anoté y le escribí, y el tipo a la hora me ha respondido, a la hora. Le mandé la denuncia, le mandé todo para que vea que lo que yo tenía pruebas de todo lo que estaban haciendo. Porque ellos iban cambiando el mecanismo de extorsión. Primero usaban el tiempo, porque te preguntaban una pavada y tardaban 6 meses en responder; luego otra pavada y te tenían 2, 3 años. Cuando yo denuncié eso en el gobierno de Macri, sacan a la gente que estaba y ponen a ese Luna. Él inventó otro mecanismo que fue la afectabilidad. Pedía un montón de cosas que no tenían sentido a través del Departamento de Química, pero todo hecho a propósito para demorar.

-Después, ¿qué pasó?

-Logré demostrar eso, y Luna se va. Pero cuando se va, arma todo un allanamiento de unas veterinarias que me compraban a mí, a propósito, ¿para qué? Yo empecé a mandar cartas documentos en el 2018 diciendo que como ellos violaban la ley administrativa y el artículo 14 de la Constitución impidiendo mi trabajo, yo iba a comercializar igual mis productos y si no me fundía. En Senasa sabían eso y fueron a la veterinaria a buscar, y ahí me sancionaron a mí, pero a la veterinaria no le hicieron nada. ¿Pero por qué lo encontraron? Porque vos ibas a registrar y te encontrabas con esta gente.

-¿Y ahora cómo está la situación?

-Está esta gente nueva. La verdad le agradezco a Pablo Cortese, que es el nuevo presidente de SDensa, y al abogado Matías Kodama, a la gente nueva que pusieron… Ellos dijeron que me firmaban un acuerdo que me iban a devolver la empresa y los productos, cosa que espero que pase ahora dentro de poco, porque estamos desde marzo con eso. Desde marzo.

Acta acuerdo con Senasa:

-¿Intervino Sturzenegger?

-A Federico yo le escribí, le conté todo cómo era. El viernes pasado salió la nueva regulación y me escribió él, que me preguntaba a ver si yo veía cosas que le parecía que estaban bien o mal. Yo creo que hay mucha voluntad de cambio. Quiero aclarar especialmente que soy apolítico, que la política para mí no sirve para nada, porque si no no estaríamos a donde estamos. Claramente los políticos son el problema y no la solución.

-¿Entonces estás produciendo? ¿Están registrados? ¿Hay un acuerdo?

-Ahora estoy ahí, en un gris, y supuestamente tienen que hacer esto para que yo pueda seguir trabajando. Ya perdí exportaciones porque yo tenía clientes en el exterior. La pasé muy mal, muy mal. Tenía empleados, tuve que echarlos a todos. Quedamos yo y mi esposa haciendo lo que podíamos. Pero yo tengo que seguir, tengo una familia que mantener.

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-¿Y por qué seguiste? ¿En algún momento no pensaste en cambiar de rubro, irte a hacer otra cosa?

-No, porque yo hice hace 14 años esta empresa, y había crecido, había exportado. O sea, yo no me tengo por qué rendir, porque hay un grupo, perdón la palabra, de hijos de puta, una manga de corruptos, que quieren todo para ello. Porque acá está la avaricia de un grupo de empresas que quiere todo para ellas, a las que incluso les protegían el mercado.

-¿Cómo debería funcionar el sistema ideal para vos? 

-Ahora ya está el nuevo sistema, crearon un régimen simplificado. Aparte lo bueno con lo que llega el gobierno es lo del trámite positivo, que si a los 60 días no responden el Estado entonces se puede empezar a vender. Eso es que ya no te puedan extorsionar más con el tiempo.