Es toda una curiosidad en la industria de los alimentos balanceados para rumiantes, como cada vez alguien es innovador, el lanzamiento de una línea de alimentos llamada Ecomax, que se define nada menos como “el futuro de la alimentación bovina”. Lo produce la empresa Fortymax, ligada a los molinos Tassara.
¿Por qué es una curiosidad? Porque esta línea de alimentos balanceados para vacunos se presenta como el primero “libre de antibióticos promotores de crecimiento”. Esa condición incluso goza de una certificación independiente e incide en que muy pronto incluso se anuncie que la Argentina tendrá su primer feedlot “libre de APC”, ya que alimenta a los bovinos enteramente con este tipo de alimentos sin antibióticos que -en la industria de los balanceados- todavía son muy utilizados.
Claudio Cabral es médico veterinario y director técnico para Latinoamérica de Silvatean, que es una empresa italiana especializada desde hace décadas en extractos vegetales, como el tanino, que se utilizan para diferentes usos industriales, entre ellos la alimentación animal. Es esa firma la que promueve la utilización de sustitutos a los antibióticos en el territorio de la nutrición del ganado. Por eso fue oportuna su explicación.
Lo primero que aclaró el profesional fue que en la Argentina están prohibidos los promotores de crecimiento en ganadería desde hace años, pero los de origen hormonal, los anabólicos. Pero en muchos casos se han seguido usando antibióticos que entre otros efectos favorecen la producción de carne. Sobre este punto, la resolución 445/2024 del Senasa también prohibió más recientemente “en todo el Territorio Nacional el uso y/o la comercialización de productos veterinarios que contengan en su formulación principios activos antimicrobianos, solos o en combinación, con fines de promoción de crecimiento, mejorador del desempeño y/o de la eficiencia alimentaria de los animales”.
-¿Si están prohibidos, cómo es que hay empresas que elaboran balanceados libres de estos APC?- le preguntamos a Cabral.
-El tema es qué es lo que se considera antibiótico promotor de crecimiento y lo que no. Es decir, la Resolución 445 habla de principios activos antimicrobianos incluidos adentro de los alimentos que son destinados al consumo animal, y que esos principios activos antimicrobianos tengan un uso como promotor de crecimiento o como mejorador de la eficiencia alimentaria. Pero el tema es que todavía hay productos, no quiero usar la palabra “antimicrobianos” porque quienes los usan dicen no ser antimicrobianos, que sí se utilizan en la dieta de los animales y quedan afuera porque teóricamente no son antimicrobianos.
Es decir que la resolución de Senasa habría dejado algunos grises que son una ventana para que se sigan usando algunos insumos en nutrición animal al menos debatidos. “Yo creo que no es opinable técnicamente, pero es mi posición. Hay determinadas compuestos o monodrogas que, si bien no tienen la calificación de antimicrobiano, en realidad son productos que, aplicados sobre un animal o un organismo vivo, tienen efecto sobre la población bacteriana. Entonces, es un antibacteriano o un antimicrobiano, aunque no se lo llame así”, aseguró el profesional.
-Pero finalmente ¿colabora la utilización de esa sustancia a generar una mayor resistencia de las bacterias, que es lo que hacen los antibióticos?
-Cuando vos utilizás una monodroga, es decir un producto que es una única molécula, para tratar un consorcio bacteriano, inevitablemente lo que vas a estar produciendo, puede ser que sea en el corto plazo, puede ser que sea a largo plazo, puede ser que alguna vez no se de. Pero vos utilizando una monomolécula en un consorcio bacteriano, como es el rumen de una vaca o el intestino de un pollo, no queda más remedio que no se produzca una selección de genes, o que se expresen genes que ya estaban por mutaciones posteriores y que sean resistentes a ese antimicrobiano.
Todo este posicionamiento -y la propia prohibición del Senasa- se produce en el marco de una ofensiva global para frenar la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), que enarbola el concepto de “Una Salud”, que quiere decir la salud animal y la salud humana transitan en paralelo. Sucede que lo que se detecta es que cada vez hay más bacterias resistentes a los antibióticos y entonces se va tratando de regular no sólo el uso y abuso en humanos, sino también las formas en que se utilizan también en el territorio de la ganadería.
“El tema de la resistencia a los antimicrobianos es una pandemia silenciosa que está instalada desde hace muchos años en la humanidad. Hay un informe de la Organización Mundial de la Salud que dice que si no se toman medidas, en el año 2050 si se suman las causas de muerte no natural en humanos, o sea de muerte no por edad sino por cáncer, por problemas cardíacos, por incidentes automovilísticos y por diabetes, esas cuatro causas de muerte van a ser menos que las causas de muerte por la acción de bacterias multiresistentes”, alertó Claudio.
¿Y como llegamos a hablar de esta pandemia global a los alimentos balanceados certificados como libres de APC?
-Esta empresa, en realidad es Molinos Tassara, tiene una línea de productos de alimentos para animales, para rumiantes que se llama Fortymax. Dentro de eso tiene una línea que se llama Ecomax. Ellos han desarrollado una línea de productos que no tiene antibióticos promotores de crecimiento y han hecho una cosa mucho más interesante además, que es certificar con una certificadora todo el proceso de elaboración de esos alimentos. A su vez han desarrollado junto con esta certificadora un sistema de certificación de feedlots donde no se usen antibióticos. Creo que por estos días está ya saliendo la certificación del primer feedlot de carne certificada libre de antibióticos.
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-¿Así que es algo novedoso en este negocio?
-Han arrancado con esa línea hace algo así como 3 años y año a año vienen duplicando la producción de esa línea. Obviamente también tienen la línea convencional, porque todavía eso se sigue usando. Pero hay gente que con conciencia social empresaria que ha visto la magnitud del problema, lo ha empezado a atacar y año a año va creciendo. Hoy por hoy no lo están monetizando. No es que producen esto porque les da más plata. El producto final, la carne, vale lo mismo.
-¿Lo hacen porque son conscientes de que si no están agravando el problema de la resistencia a los antibióticos?
-Ya se está viendo, año a año, por este tema, que por causas debidas directamente a la resistencia, o por causas asociadas, se muere más gente año a año que la que se murió por la pandemia.
-¿La medicina se va quedando sin armas, este es el problema?
-No tiene armas porque no salen moléculas nuevas, porque obviamente si se saca un antibiótico para tratar una enfermedad aguda, el tratamiento va a durar poco. No hay ninguna duda de que tratando con una monodroga un consorcio bacteriano, enseguida va a aparecer resistencia. O sea, nadie va a desarrollar un antibiótico sabiendo que en dos años ya se desarrolló resistencia y no lo pueden usar más.
-La pregunta inevitable es, ¿te parece que el Senasa tiene que ser más duro?
-No, me parece que con este marco está bien. Yo creo que hacen lo que pueden. Este tema va a avanzar, por un lado, porque el mercado lo va a pedir, la gente tendrá conciencia de esto y entonces no va a ser necesario seguir con prohibiciones, porque si no va a seguir siendo una exigencia del mercado. Está el claro ejemplo de esta gente de Tassara, que ellos vienen aumentando sus ventas y se ponen a usar algo supuestamente nuevo, que no es nuevo. Estas alternativas no son nuevas, pero están dejadas de lado por una costumbre que viene después de la Segunda Guerra Mundial, que es el uso en producciones intensivas de promotores antibióticos de crecimiento.
-¿Y cuáles son las alternativas para sustituir esto?
-Nosotros somos una empresa italiana, pero que hace 90 años que está en la Argentina y está en todo el mundo. Nosotros producimos taninos para diferentes usos, y los taninos lo que hacen precisamente es que tienen un efecto antimicrobiano selectivo. Son muchas bacterias diferentes, que por ser muchas bacterias diferentes no desarrollan resistencia. Pero hay muchas otras opciones. Están los aceites esenciales de probable eficacia, los ácidos orgánicos, los probióticos, o sea, bacterias benéficas a las que hay que ponerlas a competir. O sea, hay muchas alternativas. El concepto es que se puede producir eficientemente y con alto nivel de producción y rentablemente sin inversión extra, sin el uso de antibióticos promotores de crecimiento. No es una quimera.