Este jueves se realizó el Congreso Iberoamericano de Producción y Economía del Conocimiento. Allí, representantes de la industria semillera destacaron que la biotecnología agrícola será sin dudas la herramienta con que cuenta el mundo para incrementar la producción de alimentos y responder a la mayor demanda de la población sin seguir afectando el medio ambiente, que ya es “finito”.
Lo dijo con todas las letras el experto de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Roberto Bisang, al destacar que “el mundo, que cambió a una velocidad impresionante, empezó a pensar que los recursos naturales son finitos y que hay que ir por lo renovable”.
En ese sentido, Bisang destacó que “apareció la biotecnología como la clave para hacer la transformación industrial, convergiendo lo electrónico con lo tecnológico, convirtiendo recursos materiales en energía. El nuevo modelo mundial viene sobre la base de energías renovables y la biomasa, y en Argentina existe una base de biología aplicada que ahora se ha revalorizado. Tenemos un montaje empresarial en alimentos y genética que implica la posibilidad de ser levemente optimistas a futuro”, consideró.
En la misma dirección, el director ejecutivo de la Asociación de Semilleros Argentina (ASA) . Alfredo Paseyro, consideró que “el gran debate que se da en el mundo tiene que ver con la producción de alimentos porque todos comemos y pocos producimos. Nosotros en las semillas vemos trabajo, innovación, ciencia y biotecnología. La innovación aplicada con conocimiento de base científica es una realidad y es el futuro. Hay que educar para planificar las políticas de Estado, y así poder aplicar la química verde”.
La bioeconomía es entendida, por este sector, como la producción sustentable de bienes y servicios a través del uso o transformación de recursos biológicos. La Argentina presenta desafíos y oportunidades para explorar esta posibilidad de desarrollo que pone en el centro de la escena las capacidades productivas de nuestro país.
La responsable de Ciencias Regulatorias para el Cono Sur de Bayer, Natalia Fernández Eraso, agregó: “Los productos biotecnológicos son parte de nuestra vida desde hace mucho tiempo, y tienen mucho impacto en la sociedad. La agrobiotecnología ha posicionado a la Argentina en un rol protagonista. La semilla es el insumo principal pero la innovación en el agro también tiene que ver con la sustentabilidad y con los nuevos desafíos que generan las condiciones climáticas”.
La especialista agregó que “una nueva tecnología que viene es la edición génica, una herramienta que permite editar el genoma de los cultivos, microorganismos y animales. Eso da a la Argentina una oportunidad enorme. El limitante es el contexto internacional, a futuro es algo que hay que trabajar”.
En tanto, Gonzalo Ramírez Martiarena, ex CEO Global de Louis Dreyfus y fundador de Swiss Pampa, reflexionó: “Me gustaría enfocarme en las posibilidades que tenemos en los próximos 25 años, porque pensar en un mundo estático es un error. Tenemos una gran ventaja con respecto a la sustentabilidad”.
En este contexto, el empresario indicó que “la agricultura regenerativa permite una mejor captura de carbono y hoy los certificados de captura de carbono son claves para generar nuevos acuerdos con las empresas. Hoy el mundo pide a gritos pasar a energías renovables y en Argentina podemos producir mucho más etanol y biodiesel. Hay que discutir políticas públicas de la mano de lo privado en mesas internacionales porque necesitamos apoyo para desarrollarnos a nivel mundial”.
Por último, Roxana Maurizio, investigadora Independiente del Conicet y del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP-BAIRES), cerró diciendo: “Desde el punto de vista de los mercados de trabajo, vemos que hay que tener muy buena base de formación y entrenamiento para dar crédito a esas habilidades que necesitamos. Necesitamos integración entre los distintos ministerios, los sistemas privado y públicos y conocer las demandas del aparato productivo para poder anticiparnos. Hay que formar a la población, y la condición necesaria para saber las necesidades de la mano de obra es tener una estabilidad macro en el país”.