Los autodenominados “mapuches” serían en realidad grupos de izquierda que encuentran en la identificación de “pueblo originario” el paraguas perfecto para cometer tropelías. Así lo indicó el empresario agropecuario Gabriel Vénica, referente de algunos grupos de autoconvocados, durante una conferencia ofrecida esta semana en la Jornada sobre Justicia y Seguridad en Regiones de Actividad rural organizada en la sede la Sociedad Rural de Río V, por el Foro de Seguridad Rural Argentino y la Comisión de Enlace Agropecuaria regional Córdoba.
“¿Es una excusa para llevar adelante sus propósitos ideológicos o artimaña de activistas para recibir fondos, tierras y enriquecerse? Posiblemente ambas cosas, como podemos verlo en Villa Mascardi (Río Negro) y en los cientos de peajes millonarios que estos grupos cobran en Vaca Muerta para permitir operar a las empresas”, expuso Vénica.
El dirigente agropecuario destacó que una de las organizaciones autodenominadas “mapuche” tienen su sede central en el Reino Unido, como es el caso de la ONG Mapuche International Link, y que la actividad de estos grupos casualmente resurgió con ímpetu luego del descubrimiento de yacimientos no convencionales de hidrocarburos en la región patagónica.
Remarcó que, mediante el uso de la fuerza y la violencia, usurpan y ocupan campos y terrenos tanto de propietarios privados como del Estado, luego de lo cual realizan extorsiones mafiosas a los residentes o visitantes del lugar.
“La gente conoce en general los episodios de Villa Mascardi, pero desconoce que han realizado más de 800 ocupaciones de chacras y cobran peajes en muchos circuitos turísticos y en buena parte de los lugares donde se realizan actividades petroleras en Neuquén con el único expediente de autopercibirse mapuches”, resaltó Vénica, que desarrolla su actividad lejos de la zona de conflicto, en Reconquista, en el norte de Santa Fe, pero que se ha ocupado de estudiar los sucesivos casos.
“Han desalojado de su colegio Mamá Margarita en el Parque Lanín a las educadoras salesianas; han prohibido el culto en una capilla de Quila Quina; ocuparon un hotel de cinco estrellas en Piedra Pintada, Villa Pehuenia, así como también el cerro Belvedere en La Angustura y la Estancia Tiger Way en el lago Quillen; exigen 500 hectáreas en tierras aledañas al cerro Otto en Bariloche y un campo de la escuela militar”, enumeró.
Cada vez que digo que MAPUCHE es un "neologismo"inventado por antropólogos británicos con fines geopolìticos que empezo a usarse hace pocas décadas, suelen alegarme que habrìa un (UNO) libro de un Padre Jesuita (Luis de Valdivia) que los nombraría. Pues lo revisé. Es falso. pic.twitter.com/UpSSepvD1d
— Gabriel Vénica (@gabrielvenica) October 16, 2022
Vénica proclamó: “No a nuestro territorio ni a nuestra soberanía en manos de grupos de izquierda y disolventes disfrazados de originarios”, para luego indicar que “no es posible seguir haciendo el juego a bandidos que, amparados en una legislación ingenua y la cobardía e ignorancia de buena parte de la clase política y judicial, sacan rédito de un Estado ausente que no defiende la propiedad pública y privada”.
Los cuestionamientos fueron más allá en los histórico. Vénica explicó que los autodenominados “mapuches” son araucanos (o etnias araucanizadas borogas, huillliches y moluches) chilenos que ingresaron (y en algunos casos invadieron militarmente organizados) nuestro país varios siglos después del descubrimiento de América.
“El nombre ‘mapuche’ fue creado y promovido con intenciones geoestratégicas por antropólogos ingleses y chilenos hace menos de un siglo y se comenzó a usar en 1960 con el objeto de confundir en una misma denominación a pueblos originarios del actual territorio argentino (Tehuelches y Guenaken) con los araucanos trasandinos que ingresaron en 1822, 1830 y 1837 para exterminar a los grupos indígenas locales”, señaló el empresario convocado pro el Foro de Seguridad Rural.
“Por el bien de todos, especialmente de los descendientes de araucanos –mal llamados ‘mapuches’–, que trabajan pacíficamente en nuestro país y denuncian, como ya lo hicieron, a estos terroristas usurpadores e incendiarios, debemos recuperar el sentido común y defender el auténtico bien jurídico protegido por la Constitución Nacional”, apuntó Vénica.