Por Nicolás Razzetti.-
Los datos oficiales indican que este año hubo un importante crecimiento en la producción de las principales carnes, que permite mantener muy bien abastecido al mercado interno pese al salto que también dieron las exportaciones.
La producción de carne vacuna creció 8%, la de pollo 4,6% y la de cerdos 8,6%. También mejoraron las exportaciones: las del sector vacuno 30% y las de carne aviar 11%. En tanto, el sector productor de cerdos comenzó a dar sus primeros pasos en el emrcado internacional.
En este contexto, de todos modos, “el mercado interno alcanza un nivel de abastecimiento que supera por poco al registro de 2015, pero hay que tener en cuenta que nos falta computar la alta faena vacuna de diciembre”, comentó el analista Matías Sara.
Y precisó: “El consumo interno de acuerdo a los datos que publica Agroindustria se encuentra en 117 kilos (57,7 de carne vacuna, 44,6 de carne aviar y 14 de carne de cerdo), superando ya los 116,6 kilos promedio per cápita de 2015, cuando todavía faltan computar los datos de la alta producción de los últimos dos meses del año de las tres especies”.
Esa mayor oferta interna tiene su contracara en el retraso en los precios. “En el caso del ganado para faena y más específicamente en la categoría novillos la pérdida del valor real fue del 13%, mientras que la caída del precio en la góndola restada la inflación ronda el 10%”, señaló Sara.
Con respecto a la mayor producción de carne vacuna, el consultor destacó que se debe al mayor aporte de las hembras a los n´’umeros de faena. En el último mes alcanzaron el 45% del total, con especial participación de las vaquillonas, cuyo incremento en la oferta fue en torno al 20%.
“La mayor faena de estas categorías se debe a que los productores ya repusieron lo que necesitaban y no quedan campos por poblar ni oferta forrajera suficiente, lo que implica menos interés en la reposición y estancamiento de los valores de las vaquillonas”, estableció Sara.
Sin la calidad y contundencia de datos de Matías Sara @Contalito , ni su sentido de las proporciones; me atrevo a decir que hay zonas ganaderas, donde todavía quedan campos despoblados.
Esto es claro en algunas regiones del NEA. Si miramos más allá de los mejores campos, como pueden ser los del sudeste de Ctes.
Porque en otras regiones del NEA y NOA con tradición y establecimientos instalados, hay campos con capacidad ociosa, al menos parcialmente y con respecto a la situación previa al colapso K 2009 (no discuto el impacto de la sequía).
Hola Javier! Sin dudas que todavía quedan campos para poblar. A lo que yo voy es que los “fáciles” ya se ocuparon desde el colapso del 2009 hasta ahora. Los que quedan, en general, siempre tienen un pero (El agua, el camino, el dueño, los vecinos) que no ha permitido que se ocupen hasta hoy, a pesar que durante varios periodos las condiciones para entrarles a esos campos han sido inmejorables.