El balance del año legislativo inclina la balanza hacia el lado negativo, según las concusiones hechas por la Fundación Barbechando, que sigue de cerca y promueve el tratamiento de temas agropecuarios en el Congreso.
Para graficar la situación, Florencia Richiutti -que forma parte del staff de dicha fundación formada pro productores para seguir lso asuntos legislativos- indicó que de las leyes votadas el año pasado, el 30% fueron declaraciones de días nacionales o provinciales y fiestas populares.
“Eso que puede ser muy importante para esas regiones, pero al mismo tiempo que su participación sea tan alta da cuenta de que el Congreso está desenfocado, desconectado de las demandas sociales”, evaluó Florencia. Indicó que “el Congreso está ajeno a los problemas de la sociedad”, agregó.
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La analista de Barbechando se refirió luego al posible tratamiento de los principales proyectos de ley del sector para 2023. Lamentablemente hay muchos que perderán estado parlamentario si no se tratan en febrero y para se requiere que el Poder Ejecutivo llame a sesiones extraordinarias y los incorpore en el temario.
El proyecto de ley con mejores perspectivas es el de Humedales. En este caso el tema lo impulsó el oficialismo, pero se impuso como dictamen de mayoría el de Juntos por el Cambio. Eso podría frenar el debate porque el gobierno debería reconocer que se impuso un proyecto opositor.
Es el único que tiene dictamen de comisión y que mantendría su estado parlamentario en 2023. La contra radica en que como se vienen las elecciones presidenciales no se espera mucho del trabajo legislativo, ya que los congresales están más pendiente de lo que suceda en sus provincias que en abordar estos temas.
“Su tratamiento depende 100% de un acuerdo político. Va a ser difícil que el oficialismo a acepte que va a ganar una ley de Juntos por el Cambio y hay que ver si Juntos por el Cambio quiere llevarlo al recinto”, indicó Florencia.
Otro proyecto importante es el de Fomento Agroindustrial, que propuso el Foro Agroindustrial Argentino, pero que luego quedó en manos del gobierno nacional que le hizo varios cambios en la redacción. Por caso, eliminó de allí la posibilidad de reducir o quitar los derechos de exportación.
“Este proyecto tuvo tratamiento y estaba por tener dictamen en comisión, pero no se logró, la comisión no fue convocada y si bien tiene la bendición del Poder Ejecutivo y es prioridad para Sergio Massa ,si no se trata en extraordinarias en febrero que, aun, no fueron convocadas, perderá estado parlamentario”, advirtió Richiutti.
Pero este no es el único proyecto en riesgo. “El último día hábil de febrero caen una batería de proyectos” vinculados al sector que solo se podrían tratar en las extraordinarias de ese mes si se las convocan, enfatizó la analista.
“Es el caso de Semillas, Emergencia Agropecuaria, Warrants y Seguros Agrícolas. Van a perder estado y deberán comenzar otra vez el recorrido de cero, repetir los debates en un año signado por las elecciones presidenciales”, explicó Florencia.
Teniendo en cuenta esto, Richiutti indicó que “el balance indica que el Congreso está desconectado de los temas de la sociedad. Lo que pedimos es un congreso empoderado” que pueda dar respuesta a los problemas de la gente y que funcione de forma autónoma.