Los referentes gremiales de las economías regionales están tratando de entender con qué criterio, si es que lo hubo, se modificaron los derechos de exportación a las actividades extrampampeanas.
Festejan, por un lado, que se hayan bajado a cero las retenciones para peras y manzanas o cítricos dulces. Pero no entienden por qué se aumentaron las retenciones a las exportaciones de jugo de pera, se mantuvieron las alícuotas de la leche o polvo (que sigue tributando más que la minería) o aumentaron los derechos del tabaco, lo que le resta ingresos a los productores que dan trabajo en el norte donde no abunda el empleo privado y sí la pobreza.
Poco para festejar: Muchos productos agroindustriales sufrieron un aumento de retenciones
De esto habló Bichos de Campo con Pablo Vernengo, el director ejecutivo de Economías Regionales en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), quien dijo que están haciendo un relevamiento con sus más de 400 entidades asociadas para saber qué pasó en cada sector, para presentar luego a las autoridades una propuesta de política integral para estas actividades.
“Desde el primer momento dijimos siempre que es un impuesto distorsivo que sirve sólo para desincentivas la producción agropecuaria y más en las economías regionales, donde tenemos que afrontar mayores costos, donde los problemas de rentabilidad son una constante y para recuperarla hay que bajar la presión tributaria”, indicó el directivo de CAME.
Escuchá la entrevista a Pablo Vernengo:
Pero en el tema retenciones y presión tributaria no se acaban los problemas de las economías regionales. “Se requieren políticas integrales”, dijo Vernengo. Por eso desde CAME pretenden sentarse con los funcionarios nacionales para debatir la integralidad del problema.
“La presión tributaria es la que más nos impacta, pero también otros costos como el gasoil o los aumentos de la mano de obra ,que tuvo una paritaria de 32% y la imposición de un bono de fin de año de 10 mil pesos al que las cámaras empresarios dijimos que no, porque no podemos, no porque no queremos. Falta rentabilidad y hay que hacer frente a estas imposiciones y es el Estado el que las impone al sector productivo”, explicó el dirigente.
Ese famoso bono está generando duras críticas en el sector. Un productor citrícola apuntó lo siguiente: “Supongamos el caso de un trabajador que trabajó cosechando en 10 establecimientos diferentes, ¿quién le va a pagar el bono, los 10 o uno sólo?”
Vernengo reiteró que el sector de economías regionales requiere de una política integral que atienda las necesidades de las diferentes realidades productivas ,al tiempo que cuestionó el poco conocimiento sobre estas actividades que tienen los funcionarios.
“En este sector interviene el Ministro de Agricultura, el de Economía, el de Desarrollo Productivo, el de Trabajo, pero poco entienden de cómo funciona”, aseguró.
Vernengo indicó que otra de las medidas que se podrían tomar para ayudar a los productores es la modificación del mínimo no imponible a partir del cual se calculan los aportes patronales. “Está congelado desde diciembre de 2018. El Gobierno para afrontar el Covid tuvo que dar el IFE o los ATP y mientras tanto a nosotros nos aumentan los costos, cuando hay instrumentos para hacer políticas diferenciales para las economías regionales, para el producto o según el nivel de escala productiva”.