Esta semana, entre varias medidas que el gobierno tomó se decidió postergar la entrada en vigencia del troceo de la carne vacuna. El año pasado se había dispuesto que a partir del 1 de enero de 2022 la carne debía salir de los frigoríficos en pedazos de no más de 32 kilos, pero no se hizo nada para implementar ese cambio.
Algunos operadores sospechan que esta demora se debe a que este avance en términos sanitarios implicaría mayores costos y posibles aumentos para el producto final: la carne. Por eso se propone analizar alternativas, como la implementación de brazos mecánicos que permitan aliviar la carga de las medias reses a los trabajadores, sin necesidad de adecuar todas las instalaciones y el transporte de carne.
La resolución 10, norma conjunta de los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, estableció ahora nuevos plazos para que los frigoríficos de tránsito federal presenten un plan de adaptación de las instalaciones, obtengan un crédito si lo necesitan y hagan las obras correspondientes. Para los provinciales o municipales el plazo de gracia llega al año.
La impresión que tienen muchos es que “se hace que se hace”, cuando la realidad es que se pateó la pelota para adelante con la intención de no mostrar que no se hizo lo necesario y comprometido. Además el troceo va en contra de los intereses del gobierno, ya que invertir en la infraestructura frigorífica, en la logística de los camiones y en el aumento necesario en el personal necesario para erradicar la media res, impactará en el costo de la carne que supuestamente se pretende controlar.
Como sea, ahora hay nuevos plazos y requisitos. Y si bien industriales y matarifes dijeron que están de acuerdo con la esencia de la medida, pusieron algunos reparos respecto de los requisitos para su entrada en vigencia.
Daniel Urcía, de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra), explicó que el dinero necesario para adaptar los frigoríficos saldría de los 100.000 millones de pesos que anunció el gobierno para dar créditos en el marco del Plan GanAr.
Urcía dijo que el tema será motivo de debate en el Observatorio de la Carne Vacuna creado esta semana, ya que “consideramos que debe haber plazo único porque si no se estaría beneficiando a unos sobre otros y que si alguno no llega con los tiempos se analice una prórroga, pero que sea sólo una excepción”.
Consideró además que es necesario “convocar a las provincias para que se comprometan en la instrumentación, porque son la autoridad competente. Ya vimos lo que pasó en los 90 cuando Buenos Aires, donde se encuentra el mayor centro de consumo del país, se negó a aplicar el Corte por lo sano, que justamente pretendía avanzar en este sentido”, recordó.
El referente industrial agregó que la medida busca beneficiar a los trabajadores, que ahora deberán manipular piezas menos pesadas. Pero apuntó que “su salud se protege también con el uso de medios mecánicos sin importar si es media res o el trozo supera los 25 kilos”.
Urcía agregó que no se puede descartar que haya subas en el precio de la carne porque esto implicará más costos logísticos y laborales. La medida implicará sumar cámaras de frío, gasto en energía, contratar personal y modificar el sistema logístico, ya que los cuartos ocupan más lugar en los camiones que las medias reses.
En el mismo sentido se expresó Ariel Morales Antón, de la Cámara de Matarifes. El abastecedor evaluó que “la medida va a sumar al negocio de la carne en términos de inocuidad y salubridad del producto, pero además beneficia al trabajador, no se puede seguir cargando medias reses. Creemos que va en el buen sentido”.
Pero añadió sus reparos: “Esto va a implicar contratar más personal para el transporte, usar más camiones porque el espacio de los trozos es mayor al de la media res, además de adaptar los camiones a este nuevo producto. Hay que ver también qué pasa con la trazabilidad de nuestros cortes que van a quedar en el frigorífico”.
“Vamos a tener costos mayores a los actuales, tenemos que ver cómo podemos adaptarnos para que el consumidor no sienta el impactado en los precios”, afirmó.
El matarife agregó que se deberían analizar alternativas. “Para evitar esa suba de costos en la industria y en la logística se debería buscar la forma de implementar un mecanismo, una herramienta mecánica que reemplace a la bajada al hombro y de ese modo se evitarían subas en el precio de la carne al carnicero y al consumidor”.