El abuelo de Jeder Aleua llegó de Siria en 1930, pero no se instaló como la mayor parte de los inmigrantes que vinieron de esa región en las provincias del Noroeste (NOA) sino en Cruz del Eje, Córdoba. Luego de pelarla durante varios años puedo montar su almacén y luego comprar un campo donde hace casi 70 años plantó los primeros olivos que dieron vida a la empresa Fincas de Cruz de Eje, que ahora manejan sus descendientes.
Jeder es uno de ellos. Tiene 30 años y es uno de los líderes de esta empresa junto con otros integrantes de la familia, que con el correr de las décadas desarrolló el lado industrial y comenzó a agregar valor a la producción agropecuaria iniciada tres generaciones atrás.
La fábrica de aceite de oliva la inauguraron hace 17 años. Así dejaron de producir aceite en forma tercerizada y hasta comenzaron a dar el servicio a grandes marcas, para luego comenzar a fraccionar con marca propia.
“Hoy tenemos dos líneas de aceite de oliva con marca propia, envasamos y producimos para terceros y producimos aceitunas de mesa en conserva verdes y negras, también pasta de aceituna e incorporamos la miel este año, que un producto que nos pedían los distribuidores”, explicó Jeder a Bichos de Campo.
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Pese a tanto esfuerzo, en Cruz del Eje la producción de olivos viene en caída libre desde hace unos años. “Antes había cerca de mil hectáreas de olivos y ahora quedan unas 100, aunque ninguna en producción”. Entre ellas se encuentran las de esta familia, que debió salir a buscar la materia prima en otras provincias olivícolas, como Catamarca o La Rioja.
Las plantaciones se vieron en su momento muy afectadas por “las plagas y además no se tomaron las medidas necesarias por cuestiones económicas. Las pantas fueron quedando viejas y e improductivas. En nuestro caso es el primer año en el que no vamos a tener producción propia”, reconoció Jeder.
Pero eso no los achica. Por el contrario, tienen planes de recuperar la producción de olivos y además consolidar el crecimiento industrial para también afirmar la colocación de los productos en el mercado local.
“El plan en los olivos es tratar de hacer rejuvenecimientos e injertos, reforestar con plantas nuevas, pero por ahora hay poco apoyo del INTA y del Estado en cuanto a las inversiones agropecuarias en esta zona, lo que a su vez hace difícil que se afinquen empresas olivícolas”, comentó.
“A nivel industrial estamos en plan de hacer crecer lo que tenemos. Incorporamos productos y tecnología, hemos ampliado la fábrica el año pasado para aumentar la capacidad de producción de aceituna de mesa y la idea es este año ponerle un freno en los nuevos productos y enfocarnos en lo que tenemos”, añadió.
Gracias al empuje de las diferentes generaciones de esta familia “en aceite molimos el año pasado 1 millón de kilos y tuvimos 120 toneladas de aceite de oliva. En aceituna de mesa prevemos hacer este año unos 100 mil kilos”.
En tanto, “la distribución se hace a todo el país directo de fábrica por transporte de carga a las principales terminales y trabajamos muchos el envío al resto del país por transporte directo de fábrica”, explicó Jeder.