Un grupo de matarifes coordinado por Eduardo Wenceslao Perdomo Acevedo, un empresario con muy buenos vínculos con el gobierno nacional, se consolidó como el séptimo mayor operador de la provincia de Buenos Aires. Pero la noticia es que quieren seguir subiendo en el “ranking”.
Perdomo gestiona la Cooperativa de Trabajo Frigocarne Máximo Paz Ltda, además de otra empresa, Los Gansos, localizada en la localidad bonaerense de Plomer. Ambos están estratégicamente ubicados a pocos kilómetros del Mercado Agroganadero de Cañuelas, donde se trasladará el Mercado de Hacienda de Liniers.
La planta industrial ubicada en Plomer había sido manejada en su momento por el matarife Alberto Samid cuando todavía disponía de matrícula para operar en el negocio de la carne (actualmente se encuentra en prisión domiciliaria). Luego de permanecer cerrada por varios años, finalmente fue reinaugurada a fines de 2020 en un acto oficial que contó con la presencia del ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez. Samid llamó a Bichos de Campo para aclarar que no tiene ninguna actividad actualmente y mucho menos vínculos con este grupo.
Mientras que en 2020 la cooperativa Frigocarne Máximo Paz había faenado 143.328 cabezas para ocupar el puesto 15 en el ranking provincial, en el año 2021 el grupo, ahora integrado también por Los Gansos, faenó 166.016 bovinos para ocupar el séptimo puesto de la lista.
Pero las empresas que controlan la cooperativa cárnica quieren ir por más y en el último año vienen haciendo intensas gestiones con el propósito de que se habilite la planta de Frigocarne en la categoría de “matarife abastecedor”, lo que permitiría que, además de ofrecer servicios de faena, puedan procesar y comercializar vacunos por cuenta propia.
La cuestión es que la resolución 21-E/2017 prohíbe expresamente que las cooperativas puedan ser categorizadas como “abastecedoras” de carne para evitar situaciones de competencia desleal con frigoríficos que cuentan con trabajadores formales registrados y que, por lo tanto, abonan las cargas sociales correspondientes.
Las autoridades del Ministerio de Agricultura, que tienen la posibilidad de modificar la resolución 21-E diseñada durante la gestión macrista, vienen evitando el tema porque consideran que se trataría de una nueva afrenta contra las industrias frigoríficas que resultaron perjudicadas por el “cepo” exportador cárnico.
Sin embargo, los matarifes que están detrás de la cooperativa Frigocarne Máximo Paz no pierden las esperanzas y siguen haciendo “lobby” entre las filas kirchneristas para lograr su cometido.
Visitamos la cooperativa de trabajo Frigocarne Máximo Paz Ltda en Cañuelas en el marco del proyecto presentado por la @UNAJ_oficial en la Convocatoria “Proyectos Federales de Innovación 2021” (PFI) lanzada por @ciencia_ar a través del COFECyT. pic.twitter.com/id2hKAxz1h
— CienciaPBA (@CienciaPBA) December 17, 2021
Después de todo, el año pasado la cooperativa, en el marco de una iniciativa instrumentada por el programa “Proyectos Federales de Innovación 2021” del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, recibió un subsidio de 2,33 millones de pesos que se destinará para la puesta en marcha de la sala de desposte de cortes.
Quizás no casualmente, a fines del año pasado el Ministerio de Agricultura concedió la categoría de “matarife carnicero” a la cooperativa, que permite comercializar en carnicerías propias hasta 50 cabezas bovinas mensuales.