No debe haber existido en toda la historia de Apymel un comunicado tan duro y dramático como el que llegó este viernes a nuestra redacción: define la situación de la lechería como “extrema” y denuncia con todas las letras los aprietes y desaguisados que está provocando el gobierno con sus políticas de control de precios.
La Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas se formó en 1988 y representa a pequeñas fábricas que en pequeños pueblos y elaboran hasta 50.000 litros diarios de leche y tienen usualmente hasta 50 empleados. Son unas 600 o 700 firmas desplegadas por toda la geografía y por eso tienen vínculos muy estrechos con los productores de leche.
El comunicado de Apymel, una entidad cuidadosa en sus pronunciamientos y que ha tenido lazos con diferentes gobiernos, pinta un panorama de terror. El pronunciamiento no deja aspecto por criticar y reclama, luego de una reunión de socios realizada esta semana en la localidad cordobesa de Villa María, una audiencia urgente con el ministor Sergio Massa y el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
Vale la pena transcribir algunos párrafos para tomar dimensión de los tonos:
- Si bien la producción viene afectada climáticamente en los últimos años, ahora la falta alimentación para los animales se hará más compleja porque no se tendrán reservas para el resto del año.
- Los tambos en general, pero específicamente los pequeños y medianos, necesitan un auxilio real del Gobierno Nacional y de los provinciales de manera urgente.
- Para intentar subsistir, son muchos los que achican sus rodeos enviando los animales a la feria y esto tendrá consecuencias aseguradas en el cierre de tambos y una mayor concentración de la producción primaria.
- En el medio, los reclamos del sindicato Atilra para que se agilice la actualización de salarios por el ritmo inflacionario…
- Las empresas deben cumplir con todo en un marco de presiones oficiales para sostener la actualización mensual del valor de la materia prima con un techo del 4%, al igual que se obliga en los productos al consumo final, sin poder igualar costos productivos y mucho menos contemplar algún tipo de ganancia.
- Todas las circunstancias derivadas del Programa Precios Justos hacen que la situación sea insostenible para tener continuidad.
- La falta de insumos por la no aprobación de los pedidos a través del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA): a pesar que el Gobierno remarque agilidad, la realidad de las pymes lácteas demuestra que desde su implementación se ha generado una falta de stock de insumos de todo tipo, con el consecuente incremento de precios, poniendo en serio riesgo la producción de productos lácteos.
- Con la continuidad de esquemas de retenciones, diferenciales cambiarios, e incluso precios internacionales contraídos, no existe la generación de diferencias financieras en las empresas incluidas en la cámara que logran salir al exterior.
- Se necesita una inminente actualización de los valores de referencia de los productos para no seguir pagando impuestos por encima del precio real de la mercadería exportada.
“Un momento extremo, de carácter histórico, requiere de medidas adecuadas para no seguir profundizando condiciones adversas en toda la lechería nacional”, dijeron con dramatismo los industriales más pequeños del sector lácteo.
los que tienen mayor hectáreas son grandes evasores!!!
evasores y negreros…