Tras las tensiones iniciales, parece que la discusión en torno a la barrera sanitaria adquirió al menos un cauce. Al menos esa es la impresión que se llevaron los dirigentes rurales patagónicos que participaron de la reunión del pasado lunes 14 de abril, en la que las partes interesadas dejaron en claro sus intenciones.
Mientras se agotan los 90 días de gracia que el Senasa se dio para revisar la polémica medida de flexibilizar la barrera sanitaria del Río Colorado para permitir el ingreso de carne con hueso desde el norte del país, las entidades de la Mesa Patagónica expresaron su postura en un comunicado.
Cabe destacar que la Resolución 180/25 dispuesta por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) el mes pasado, proponía la virtual desaparición de la histórica barrera antiaftosa que divide a las provincias del sur con el resto del país, y que evita que la carne con hueso de zonas donde se vacuna contra esa zoonosis cruce el Río Colorado hacia las tierras australes. La razón es que en la Patagonia la producción pecuaria goza del estatus de zona libre de aftosa sin vacunación, mientras que en el resto del país aún rige la necesidad de inocular.
“Somos directamente afectados por la medida en estudio”, ratificaron las entidades rurales de Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego y sur de Buenos Aires, nucleadas en la Mesa Patagónica. Su pedido concreto de rever la resolución se vincula a una cuestión comercial, ya que ser una zona libre de aftosa sin vacunación les abre puertas a mercados más exigentes.
A la espera de que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) le otorgue la misma categoría de libre sin vacunación a Brasil y Bolivia, los ganaderos del sur argentino advierten que levantar la barrera “sin contar previamente con las garantías concretas, actualizadas y específicas” podría significar la pérdida de competitividad y de vínculos comerciales clave”.
Por su parte, los productores bovinos del resto del país -pero en especial de La Pampa- pujan para enviar carne con hueso a la Patagonia porque interpretan que ahí hay un mercado cautivo, siempre azotado por la baja oferta y los precios altos al consumidor.
La reunión convocada por el Gobierno Nacional, que tuvo la presencia de autoridades de las provincias patagónicas y entidades rurales, fue el primer paso de una instancia de diálogo que empezó con el pie izquierdo. Cuando a mediados del mes pasado el Senasa hizo oficial la decisión de flexibilizar la barrera sanitaria, los productores del sur salieron con los “tapones de punta” y reclamaron no haber sido consultados al respecto.
“Proponemos trabajar juntos en un plan integral serio que mejore progresivamente el status sanitario”, reza el nuevo comunicado difundido. Mientras se descuentan los 90 días dispuestos de prórroga, la propuesta de la Mesa Patagónica es, más que levantarla, extender la barrera hacia el resto de las provincias: El objetivo es lograr que Argentina sea declarado un país libre de aftosa sin vacunación.
Asimismo, pidieron prestar particular atención a lo que surja tras las “consultas formales a todos los países clientes de la Patagonia”, un gesto que fue acordado tras la reunión de la semana pasada.
Hasta el momento, es una puja de intereses. Los productores ganaderos del resto del país no esconden su interés de que su asado esté también en las góndolas del sur, y reclaman no haber sido escuchados por las autoridades nacionales. Por su parte, las provincias patagónicas han cosechado el apoyo necesario para, al menos, poner un pie firme en la discusión.
“Aplaudimos la firmeza unánime de las autoridades provinciales de toda la Patagonia en la defensa del status sanitario logrado gracias a años de trabajo conjunto y agradecemos el apoyo manifestado por las entidades rurales unidas en la Mesa de Enlace Nacional”, destacaron.