Nuestra compañera Yanina Otero informó este viernes en las páginas de Ambito.com lo que era un secreto a voces en todo el sector lechero: que está tambaleando -casi moribundo- el publicitado acuerdo para que la compañía Adecoagro se haga cargo de la totalidad de la cooperativa láctea SanCor y que limitaría su oferta a apenas un par de plantas. Esto implicaría una solución muy diferente a la que es especulaba. El destino de la que supo ser la mayor empresa láctea argentina parecería ser el desmembramiento de sus negocios, que irían a parar a diferentes manos.
Escribió Yanina Otero:
Lo que comenzó como un rumor hoy es prácticamente un hecho, Adecoagro ya no está interesada en quedarse con los activos de la láctea SanCor y de esta manera se caería el acuerdo firmado meses atrás entre las partes para que la cooperativa pase a ser una sociedad anónima manejada por el grupo inversor comandado por Mariano Bosch,
Ahora en el sector se especula con la posibilidad de que Adecoagro estaría interesada en quedarse sólo con dos de las plantas de SanCor y ahora entre los socios de la cooperativa, los productores lácteos que le entregan leche y los empleados todo vuelve a ser incertidumbre.
Así se reconfiguraría SanCor
En las últimas horas desde el gremio Atilra se dejó correr la versión de cambios en la oferta privada sobre la cooperativa láctea y ya hay datos de las modificaciones – https://t.co/Ma8Es6gzVB pic.twitter.com/xe3EmQERwN
— eDairy News.es (@eDairyNewsEs) July 31, 2018
Lo cierto es que Adecoagro transitó un camino al menos curioso como candidato para comprar una de las lácteas más importantes de la Argentina. Al comienzo superó ampliamente la oferta de la multinacional Fonterra que venía negociando desde hacia meses con los socios de la cooperativa y para concretar la compra pedía expresamente que se achique la estructura y por supuesto un valor de mercado bastante mas real del que terminó proponiendo Adecoagro.
Si bien no hubo un anuncio formal, según trascendió, la firma de Mariano Bosch ganó la pulseada luego de ofrecer 400 millones de dólares y aceptar hacerse cargo del pago de 11.500 millones de pesos derivados de créditos comerciales y una deuda con la AFIP de 2.500 millones de pesos.
Este último punto en seguida fue un foco de conflicto. Desde Adecoagro esperaban que la AFIP les conceda algún tipo de plan de pago o refinanciación de deuda y se encontraron con una realidad bastante lejos de su ilusión. A partir de ahí comenzó a sonar cada vez con más fuerza que la venta se había caído porque en la práctica, más allá de los preacuerdos firmados entre las partes, el traspaso de mando no se había concretado en lo absoluto.
En este contexto, otro interrogante que surgió fue si realmente Adecoagro contaba con la espalda financiera adecuada para hacerle frente a los millonarios pasivos de SanCor.
Si bien se presenta como un gigante de los agronegocios, sus números son bastante magros. Su facturación anual asciende a alrededor de 900 millones de dólares al año y su ganancia después de impuestos en su último ejercicio alcanzó los 6 millones de dólares. Incluso, cuando más ganó fue en 2012 con 12 millones de dólares.
El espaldarazo final lo terminó ejecutando la fuerte devaluación del peso en los últimos meses junto a la falta de financiación para las empresas locales y la marcada retracción del consumo en el mercado interno. Ante este escenario poco favorable para semejante inversión, los responsables de Adecoagro dieron marcha atrás en los últimos días y ahora evalúan comprar por separado algunos activos de la gigante lácteo pero eso también está en duda.
Mientras tanto, desde SanCor prefieren no aportar información al respecto pero afirman que si Adecoagro incumple el pre acuerdo sellado meses atrás, podrían entablar una demanda. La historia sigue abierta.