A Stella Zapata lo que la ayudó mucho fue tener formación técnica en instalaciones eléctricas y conocimientos administrativos y contables. Gracias a eso, hace cinco años que organiza y coordina un vivero de hidroponia ubicado en el Parque Industrial de Neuquén, frente al Mercado Concentrador, que es propiedad de Natalia Alanís e Ignacio Iranzi.
En ese vivero tienen una superficie de media hectárea y como sustrato utilizan un compuesto elaborado en la zona a base de lombrices. Compran las semillas de los distintos cultivos y hacen sus propios plantines. “Es un emprendimiento privado y hace unas semanas se tramitó una línea de crédito a través del Centro PyMe de la zona porque las cosas están difíciles”, explica Stella.
El vivero comenzó hace 10 años, primero haciendo ensayos y probando cuál era la mejor metodología para aplicar, hasta que realizaron un viaje a Brasil donde vieron de primera mano cómo trabajaban con hidroponia, se capacitaron y tomaron la decisión de utilizar ese mismo sistema en Neuquén. También contrataron a una ingeniera agrónoma para que la asesorara en los primeros pasos.
“El proyecto consiste en producir de forma innovadora en las bardas de Neuquén, como resultado del uso eficiente y eficaz de los recursos ecológicos que disponemos para obtener un producto en el menor tiempo posible y en un espacio reducido, con todas las normas de seguridad alimentaria”, resume Stella. En los últimos años incursionaron además en la formación de productores hogareños hidropónicos, instancia que sigue en desarrollo.
En cuanto a la producción, además de lo tradicional (lechuga, rúcula, cilantro perejil, albahaca, menta, cherries, morrones) siempre buscan variedades nuevas y cosas novedosas e interesantes. El 90% de la lechuga la venden a la cadena La Anónima y las otras producciones a distintos supermercados.
“Trabajamos fuerte en poder pasar el invierno, donde merma mucho nuestra producción porque no tenemos los invernaderos totalmente cerrados. Los vientos son tan fuertes que rompen todo”, detalla Stella. “La última inversión que realizamos en cobertores se la llevó toda el viento”, comenta con normalidad.
Según Stella, la hidroponia es la agricultura del presente y del futuro porque permite obtener un producto de calidad sin necesidad de tener un suelo apto agronómicamente para conseguirlo y con un uso eficiente del agua y nutrientes.
Otra de las ventajas es que se llega a un producto de alta calidad en menor tiempo que el método de cultivo tradicional y que va de la mano de la agroecología. “Los clientes aprecian el producto por ser fresco, crocante, por su turgencia, aroma, color y textura”, concluye Stella.