Durante muchos años esa fue una alternativa que muchos temieron, pero hoy -3 de febrero de 2025- SanCor Cooperativas Unidas limitada no tuvo otra alternativa más que presentarse en la justicia y solicitar la apertura de su concurso preventivo de acreedores.
Es una situación que siempre se quiso eludir, pero frente a las condiciones actuales en las que trabajaba la empresa era imposible continuar adelante.
La crisis que se empezó a gestar en los años 90, que tuvo una primera instancia en 2006, cuando el salvataje económico de Venezuela hizo posible el estiramiento de esa caída que terminó eclosionando en 2017, cuando se abrió el Acuerdo Preventivo Extrajudicial y que generó aquello que se conoció como el “plan de Reestructuración de SanCor”, para achicarse vendiendo plantas y marcas.
Todo hizo llegar a la Cooperativa a instancias en las que se permitió que exista la opción de un grupo inversor, que se iba a valer de dineros del Estado en un fideicomiso que no prosperó y que termina motivando el cuadro actual.
Es la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), con su secretario general Héctor Ponce, una pieza fundamental y caótica en este, el punto más bajo de Sancor, ya que el 17 de octubre de 2023 inició un bloqueo después de muchos meses de hostigamiento para la aceptación de condiciones para la formación de este fideicomiso con intereses políticos, no saludables para la firma. Esto generó diez meses de freno y la pérdidas de miles de millones de pesos, un deterioro económico e interno insalvable que hoy desencadena el concurso preventivo.
Esta mañana, en los Tribunales de Rafaela -más precisamente en el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la Cuarta Nominación- SanCor CUL presentó el pedido de apertura del concurso de acreedores, con la expectativa de poder financiar toda la deuda generada hasta el momento en el que el juez acepte esa solicitud.
Lo que se pretende es comenzar a trabajar de una forma reducida hasta que las condiciones mejoren. La presentación fue confirmada a este medio por fuentes vinculadas a la empresa.
¿El principio del fin? SanCor empezó a despedir empleados alegando “razones de fuerza mayor”
Desde Bichos de Campo venimos contando hace años como es que se van dando los hechos y ahora sumamos este punto clave a algo que se preveía desde hace unos 10 días, cuando comenzó un proceso de despido de personal, junto a una aceleración de los retiros voluntarios.
Así se llevó a la empresa a recortar de forma muy importante el personal de planta. De los 1.350 trabajadores con los que se contaba a fin de diciembre, este lunes la cooperativa cuenta en su cartera laboral a 850 personas, que comenzarán a trabajar a medida que la demanda de productos se desarrolle.
Esto quiere decir que se pasará a trabajar en un proceso de compra de materia prima en el formato spot, puntual y vinculado básicamente a la necesidad que se tenga de producción en cuanto a la demanda, de forma estricta.
Esto también genera la activación ocasional de las plantas de La Carlota, Balnearia, Gálvez, Sunchales y Devoto.
Con el esquema de despidos se terminó de cerrar la instalación con la que la cooperativa cuenta en la localidad de San Guillermo, provincia de Santa Fe. Del mismo modo, el Centro de Distribución del Acceso Norte, en la provincia de Buenos Aires, que se encuentra temporalmente sin actividad, ya que no amerita su funcionamiento la escasa cantidad de producto disponible para venta y distribución en el Gran Buenos Aires y Capital Federal.
Existirá entonces también un esquema de ampliación del pase al sistema de “jornada libre” de muchos trabajadores, mientras la empresa no pueda funcionar de forma completa, por la escasez de leche cruda para su procesamiento, debiendo pagarse así solamente un 75% de los sueldos.
Será entonces que los tamberos deberán adoptar un nuevo sistema de negociación por la materia prima, lo cual puede generar una adaptación lenta y progresión compleja para la normalización de las actividades, tal como se piensa desde la cooperativa.
Este no es un proceso natural, ni algo casual que se presenta. Aquel acuerdo de julio del año pasado fue el desencadenante de esta crisis profunda. De la facilitación por parte del Consejo de Administración de SanCor de mayor manejo del gremio en cuanto a los esquemas de funcionamiento de la empresa. Fue Atilra quien facilitó las listas de despidos en las últimas semanas.
Es el sindicato el que se preocupó más por cobrar su propia deuda, que por poner en riesgo los salarios de todos los trabajadores de la cooperativa. Y es el gremio el que negoció eludir los pasos judiciales luego de los bloqueos mencionados, para así salvar lo que puede llegar a ser una futura elección a nivel nacional donde Etín Ponce desea, al menos, un ultimo mandato.
En la cooperativa el concurso de acreedores era lo menos pensado para muchos de los socios históricos, los que quedan y los que ya se fueron. Pero con deudas importantes a los estados, por los servicios, pero sobre todo en cuanto a salarios y pagos de leche cruda a los tambos, pendientes desde octubre, las salidas no eran muchas.
En este momento el Poder Judicial es el que tiene la llave para la continuidad, para el futuro de una de las marcas de lácteos más reconocidas del país, de los productos que tienen una calidad indiscutida, de una empresa que despierta amores y odios, pero también del bienestar de socios tamberos, pero sobre todo de trabajadores que han sufrido el hostigamiento de compañeros, de delegados, de responsables de las plantas, que han atravesado dos fines de año consecutivos que serán imposible olvidar en medio de tanta tristeza.
Sancor hoy pone en manos de la justicia de la designación de un futuro síndico, pero mas allá de todo, tiene la ultima oportunidad en la reconducción de sus decisiones a futuro. Todo lo que pueda deparar un destino que pudo parecer glorioso hace muchas décadas, pero hoy no es más que borroso.
La láctea abre su concurso de acreedores. Ojalá las decisiones sean las correctas y no tenga que llegar un momento más confuso.
Estos últimos años fueron muy complicados. El peso de esa historia no se aliviana con el paso del tiempo y nada, promete ser más sencillo hacia adelante.
Ojalá lo que venga se escriba de una mejor manera y pueda revertir augurios inimaginables para la que supo ser la mayor cooperativa del país, la principal empresa láctea y una de las que mas aporto en lineamientos cualitativos que terminaron poniendo en alto a la lechería nacional, respecto al mundo.
Hoy el concurso de acreedores puede significar un paso importante hacia el posible desembarco final de un inversor privado. Por lo tanto, el rumbo tiene que ser claro y concreto, sin nubarrones gremiales que vuelvan a derrumbar oportunidades.
La fundieron nomas. Como lo decían a viva vos la Gremial.