La demanda mundial de carne sigue firme y eso se refleja en los precios a los que está exportando la Argentina, que sin embargo aprovecha parcialmente esas oportunidades debido a la restricción que a mediados de mayo estableció el gobierno a este tipo de negocios para forzar una baja en los precios locales de ese alimento.
Por esa medida, los frigoríficos exportadores siguen acumulando carne en cámaras en la medida de sus posibilidades. Pero eso a su vez incrementa sus costos de mantenimiento del producto, lo que achica la capacidad de pago de la hacienda a los productores, a pesar de que la oferta de novillos es baja.
“Hay poca oferta de novillos y compramos lo que podemos”, dijo un importante industrial, quien destacó que se está pagando 340/345 pesos por kilo de carne mayorista.
El valor antes indicado y medido en función de un dólar carne de 92 pesos (es decir, restando 9% de derechos de exportación sobre un dólar de 100 pesos), implica un precio por kilo en gancho de 3,75 dólares. En Brasil el novillo vale 3,75/3,80, en Paraguay 3,95 y en Uruguay 4,30 dólares por kilo.
Si tomáramos la cotización del dólar libre o blue la cotización de la carne en la Argentina sería mucho más desventajosa.
En medio de las restricciones a la exportación, desde mayo pasado a esta parte el precio de la carne de novillo cayó 4% en Argentina mientras que en Uruguay aumentó 15%.
Desde la industria señalaron que uno de los problemas que tienen es el abarrotamiento en las cámaras. “Los stocks están muy altos. Hay cortes en cámaras propias y de terceros de todo tipo, de los cortes bloqueados como también de los permitidos, pero que no se despachan por falta de cupo”, explicó un exportador.
El empresario agregó que están intentando vender esa carne en el mercado local aunque se les complica por no tener los canales comerciales desarrollados.
La Argentina decidió dejar de exportar carne en un mercado mundial cada vez más demandante. Los precios de la Cuota Hilton están aumentando y ya se paga entre 13.000 y 14.000 dólares por tonelada de Rump and Loin, según datos de la Asociación de Productores Exportadores (APEA). Pero el aprovechamiento del beneficio que deberían generar los mayores precios es parcial por los mayores costos industriales, lo que a su vez se refleja en los precios de los novillos.
En cuanto a las ventas a China, los precios también mejoraron. Los valores del garrón y brazuelo promedian los 7.300 dólares, 16% más que a inicios de mayo. Subas similares registraron los cortes de la rueda y los sets de vacas.
Esta firmeza tiene que ver con el aumento de las necesidades de abastecimiento a medida que nos acercamos al año nuevo lunar y en tanto a ese país le siguen faltando 12 millones de toneladas de carne porcina.
Esa mayor demanda sí tiene su reflejo en los precios de las vacas. Hay que tener en cuenta que que se achicó notablemente la oferta de estas categorías, que el 70% de lo que se exporta va a China. Por eso se dio el repunte de los precios de estas haciendas, que son similares a los que había antes del cierre de exportaciones.