Por Nicolás Razzetti (@NicoRazzetti).-
Hace unos pocos meses, y cuando todo eran rosas entre las entidades de productores y el Gobierno, los funcionarios del Ministerio de Agroindustria anunciaron que se pondría en marcha un seguro multirresgo. El objetivo era lograr una herramienta que ayudar al productor a tener algunas cobertura ante situaciones de emergencia, como las inundaciones de hace pocos meses o la actual sequía.
Se dijo, en un principio, que se iban a realizar pruebas piloto que servirían para estudiar la metodología, que la idea era implementar una cobertura que funcionaría en bases a índices elaborados con la información histórica que maneja la cartera agropecuaria, y en base a la cual se determinaría si tal o cual productor estaba inundado o en seca como para disparar la cobertura.
El subsecretario Hugo Rossi, encargado del tema en Agroindustria, explicó la iniciativa en el programa Bichos de Campo que se emite por Radio Rivadavia hace unos siete meses. Pero desde entonces no se supo mucho más del tema, ni sobre las pruebas piloto ni sobre la implementación del seguro.
Ver “¿Cómo funcionará el seguro agrícola multirriesgo que preparan en Agroindustria?”
El seguro multirriesgo es una herramienta que el sector reclama desde hace años pero que las compañías aseguradoras no se animan a ofrecer porque se fundirían casi inmediatamente, debido a que no podrían hacer frente a los siniestros o la póliza para hacerlo sería muy cara. Por eso es necesaria la participación del Estado, la famosa PPP, participación público-privada.
En tal sentido, Gustavo Oliverio, de la Fundación Producir Conservando, señaló que el del seguro “es un tema que no resolvió, aunque el sector necesita de ese tipo de políticas para contrarrestar problemas como el cambio climático”.
Oliverio dijo que mientras se suceden las sequías e inundaciones, el que más sufre estas situaciones “es el productor más chico, que va quedando afuera, y se acelera la concentración. En otros países, como es el caso de los Estados Unidos el sistema funciona bien y le da al productor la posibilidad de cobrar gran parte de su rinde promedio”, contrastó el presidente de Producir Conservando.
La cuestión es que, mientras tanto el proyecto oficial no muestra resultados, en menos de un año se pasó de una inundación que dejó a muchas zonas muchos meses bajo agua a la sequía más impactante en décadas.
Según el economista de CRA, Matías Lestani, hasta el momento la seca causó pérdidas por 87.000 millones de pesos o si se lo quiere medir en la moneda norteamericana, unos 4.350 millones de dólares.
Las pérdidas podrían ser todavía mayores si en breve no cambia el clima, lo que no está previsto, y eso obligará a las bolsas de cereales y al propio Ministerio de Agroindustria a hacer nuevos recortes en sus estimaciones de producción.