Los márgenes de los feedlots se deterioran, aunque por ahora siguen ofreciendo algo de rentabilidad. Eso, por ahora, impulsa el encierre en los corrales de engorde intensivo.
Ese deterioro de la renta tiene que ver con el estancamiento del precio del ganado para la faena, así como con la mejora de los precios de los terneros de cría. Esa brecha tenderá a ampliarse en los próximos meses.
En los primeros días de junio, los precios promedio de novillos, novillitos y vaquillonas son los mismos que se obtuvieron en abril. Mientras tanto, la inflación tuvo su recorrido y también el ternero de invernada que se está pagando cada vez más caro.
En tanto, en los últimos remates los lotes de terneros de cría de menos de 180 kilos se vienen negociando a 4.000/4.200 pesos, mientras que los de 180 a 200 kilos se venden en 4.000 pesos. En esta categoría se dio una suba de cerca del 5% a10% en el último mes.
Según los datos difundidos por la Cámara de Feedlot, el resultado de engordar un novillito deja 33.000 pesos de renta antes del pago de impuestos y de la carga del costos financiero del negocio. Cuando se le cargan esos conceptos la cuentas se pintan de rojo.
En los últimos meses ese margen llegó a superar los 80.000 pesos y por eso hubo una fuerte apuesta por el encierre de terneros, lo que elevó el nivel de ocupación de los feedlots al 70% de la capacidad instalada. En tanto, según el Senasa entre enero y mayo se llevan encerrados 2,35 millones de animales.
La renta de los engordadores se va achicando en tanto nos acercamos a la finalización de la zafra de terneros. El dato es que los precios de esta categoría tenderán a afirmarse más en adelante -tal como suele suceder en la segunda parte del año- debido a la reducción de la oferta.
Eso se contrapondrá con la mayor disponibilidad de novillitos y vaquillonas que generarán los feedlots.
Si bien por ahora el consumo interno respondió bien a la mayor disponibilidad de carne, es poco probable que se den subas de precios. El freno a la inflación que se dio con las políticas macroeconómicas y la mayor faena de ganado liviano anclarían los valores de la hacienda y acotarían la recomposición de las cotizaciones que llevan al menos dos meses de estancamiento.