Se cumple un mes desde que el frigorífico ArreBeef, ubicado en la localidad bonaerense de Pérez Millán, paró sus operaciones por una interna gremial entre grupos de trabajadores y su delegado sindical, Luis Alberto Pérez. Las manifestaciones en la puerta de la planta y la escalada de violencia hicieron que el dueño de esa planta, el empresario Hugo Borrell, tomara la decisión de cerrar las puertas, argumentando que “la salud es lo más importante”.
Si bien a fines de febrero el empresario aseguró a este medio que esa decisión era terminante, lo cierto es que continúan las negociaciones entre las autoridades laborales nacionales y provinciales y el sindicato (la Federación Gremial de la Carne, conducida por Alberto Fantini) para acordar elecciones internas y poder así retomar las actividades en la planta. Y es que sería casi imperdonable que una empresa que está a poco más de 30 días de cumplir 100 años, y que le da trabajo a 1000 empleados, cierre de esta manera.
En una breve entrevista con Bichos de Campo, Borrell aseguró que “se están reuniendo los abogados con la Federación de la Carne y los ministerios” y que “hay que tener paciencia”. Confirmó que ahora se está encargando el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, ya que en un comienzo el caso lo tomó el ministerio a nivel nacional.
En cuanto a las casi 1500 cabezas que el frigorífico faenaba a diario, el empresario aclaró: “Yo tengo cuatro frigoríficos en la provincia de Buenos Aires. Algunas cosas estamos haciendo, todo tiene vida propia. El de Quilmes y el de Escobar por ahora están trabajando”, reconoció. Los salarios, por otro lado, se han pagado.
El dato, de todos modos, no oculta el hecho de que desde hace treinta días no funciona el cuarto frigorífico de la Argentina por su volumen de faena. En el ránking 2020 aparecía solo detrás de Swift, Coto y el Frigorífico Rioplatense, que ocuparon el podio. ArreBeef los seguía cerca, con 286.756 cabezas.
¿Qué tenemos claro hasta el momento? Ante la situación de conflictividad sindical, el Ministerio de Trabajo dispuso finalmente la realización de las elecciones para elegir una nueva conducción gremial para agosto de este año. Este fue uno de los principales puntos de desacuerdo, ya que originalmente estaban pactadas para octubre de 2020, pero la pandemia aplazó su concreción.
No es un dato menor recordar que Luis Alberto Pérez, actual delegado en ArreBeef está hace 35 años dentro del gremio conducido por Alberto Fantini. Sectores disidentes de los trabajadores, algunos de ellos vinculados sobre todo a partidos de izquierda, lo acusan de tener contactos demasiado estrechos con la patronal y no hacer caso a las demandas de aumento salarial de los trabajadores.
“No tenemos que tirar más leña al fuego. Yo quiero destrabar este problema del mejor modo, empezar a trabajar y luego sentarnos en una mesa y arreglar”, declaró Peréz a Bichos de Campo a principio de este mes.
En la vereda de enfrente, Juan Marcelo Cardozo, empleado del frigorífico desde 2007, espera su turno para disputar la representación y fue la cara visible de los conflictos que se vivieron en la puerta de la planta durante febrero y marzo de este año.
Será entonces cuestión de esperar la resolución de las autoridades, tomarse un tranquilizante y “tener paciencia” como indicó Borrell. Hay que cuidar la salud.