Se acabó el tiempo: a partir de hoy jueves aquellas empresas ganaderas con cría bovina que no cuentan con la Determinación Obligatoria del Estatus Sanitario (DOES), que las certifique como libres de brucelosis, no pueden ya vender más vacas a frigoríficos exportadores.
Las empresas con menos de 300 vacas hasta ayer miércoles podían seguir comercializando vacas sin necesidad de cumplir esa exigencia sanitaria. Pero ya no.
La cuestión es más de la mitad del rodeo de cría presente en las principales provincias ganaderas argentinas sigue sin contar con DOES, lo que implica que la mayor parte de los pequeños productores –a pesar de las múltiples extensiones de plazos que se concedieron– no se preocuparon por realizar la certificación sanitaria.
Mientras que en las provincias de la zona pampeana –según datos oficiales publicados por Senasa– más del 40% del rodeo no cuenta con DOES, en Cuyo (San Luis y Mendoza) esa proporción es del 59% y el norte argentino (¡chan!) del 67%.
¿Y qué pasó en el mercado? Muchos pequeños productores, sabiendo que a partir de hoy comenzarían a experimentar serios problemas para colocar vacas, vendieron esa categoría de manera masiva y, consecuentemente, los precios se desplomaron por exceso de oferta.
Por tal motivo, si alguien procedió o tiene pensando vender vacas en estos días, desde ya que no se trata del mejor momento. Pero, una vez superado el “efecto Puerta 12”, comenzará a regir con toda su plenitud el “cepo sanitario”, dado que buena parte de los criadores argentinos estarán inhabilitados –hasta que certifiquen DOES– a vender vacas a frigoríficos exportadores, que son los principales demandantes de esa categoría destinada mayormente al mercado chino.
Con la implementación de la norma sanitaria, desde agosto del año pasado los frigoríficos exportadores ya no pueden acceder a todas las vacas disponibles en el mercado, sino solamente a aquellas que sean “apto China”, es decir, las provenientes de empresas ganaderas con la DOES certificada por Senasa.
Por ese motivo, el “cepo sanitario” redujo la oferta de vacas disponibles para faena con destino a China, lo que promovió un “contrapeso” formidable al “cepo exportador” implementado por el gobierno nacional con el propósito de “tirar abajo” los precios de la hacienda. Si bien en estos días la medida provocó un exceso puntual de oferta, en unas semanas más se experimentará el fenómeno inverso.