Santiago Cardoni, ingeniero agrónomo, quiere debatir en serio sobre agroecología. Quiere debatir sin antagonismos falsos ni recetas sobrecargadas de ideologías. Quiere discutir con números y en base a resultados. Y por eso nos propone títulos para esta nota, que no usaremos. “¿Estamos haciendo agroecología? ¿Esto es agroecología? ¿De qué hablamos cuando hablamos de agroecología?”
Cardoni enseña sobre producción orgánica en la cátedra de Agrocología de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), donde está tratando de incorporar una materia obligatoria en una currícula que todavía tiene el tema como optativo. Además administra campos en la Cuenca del Salado y asesora a muchos otros desde su consultora Progis. Lo que nos llama la atención de él, sin embargo, es que no habla con los “odios” que muchas veces los “agroecologistas” depositan sobre los productores que hacen las cosas de modo “convencional”, es decir que no reniegan de muchas tecnologías.
-¿No te gustan aquellos que dicen ‘todos lo que no hagan las cosas como nosotros son ‘asesinos’?
-No, no me gusta. Yo cursé con muchas amigos en la facultad que estudiaron lo mismo que yo, se recibieron y bueno, siguieron un camino diferente en la producción. Ellos no tuvieron la oportunidad quizás de conocer herramientas distintas, las cuales hoy existen. Quizá hace diez años atrás nos enseñaban otro tipo de metodología de producción en los campos. Entonces uno sale rumbeando para hacer soja, maíz, girasol de manera convencional, o termina los animales en un feedlot. Es decir que se ata a todo un sistema armado. Pero yo no tengo una cuestión de estar ‘en contra de’.
-¿Reconocés que no siempre se los trata bien desde la agroecología?
-Creo que todos los productores y asesores que están produciendo hace tiempo sintieron una agresión de parte del movimiento agroecológico, que me parece que no está buena. No es bueno andar diciendo ‘che, vos estás envenenando’. No planteo una convivencia, pero sí planteo de que no está bien que uno le esté tirando la bomba al otro. Eso genera una cuestión que no es interesante para el crecimiento de estos sistemas más ecológicos.
-A mi me parece que no solo no está bueno, sino que es contraproducente. ¿Por qué? Porque si el agroecologista embanderado critica al productor convencional de manera tan violenta, en realidad lo que está logrando es ponerlo a la defensiva. Entonces va a decir ‘¡este hippie sucio que me va a enseñar a mí!’
-Por eso hay que hablar netamente en cuestiones económicas, de números. Y cuando uno va a hablarle a un productor o un asesor de un planteo ecológico, siempre hablar de costos. ¿Cuánto cuesta producir de manera agroecológica? ¿Cuánto cuesta hacer un cultivo? ¿Cómo son los indicadores que tomamos? ¿Qué indicadores tenemos? Porque no son los mismos indicadores de un sistema convencional.
-¿Qué cambia?
-Nosotros tenemos indicadores agroecológicos que incorporan muchísimas variables. Lo que hay que entender es que la agroecología es una ciencia. Es algo que está muy bien desarrollado y no hay que bastardearlo. No hay que sentirse ofendido porque te dicen ‘che, vos estás tirando químicos’, o le decís al otro que ‘hacer agroecología es cosa de hippie’. Eso no está bien, porque la agroecología está dando una respuesta grande a los sistemas.
Mirá la entrevista completa:
-Lo que hay es una transición en todos los órdenes de la vida, en la que el mundo te reclame ir hacia modelos más sustentables, que la economía te requiere usar menos insumos externos, porque sino capaz que te fundís. Hay un montón de condicionantes que te invitan a hacer cambios. Pero en esto de enfrentarnos los cambios se demoran…
-Totalmente. Por eso yo siempre trato de mostrar resultados. Decir cuánto cuesta producir un trigo agroecológico, cuánto rinde, cuánto deja comparado con los trigos que están en la zona.
-A eso quería llegar, porque cuando el agroecologista le dice ‘asesino’ al convencional, éste le responde que es un ‘chapucero’ que miente porque no logra buenos resultados productivos. Compiten descalificando.
-Y no es así. Nosotros logrando sistemas donde obtengo la misma producción o se reduce nada más un 10%.
-¿En agricultura extensiva?
-En Agricultura. O sea trigo, girasol, maíz, soja, cualquier tipo de cultivo, avena para cosechar. Se pueden hacer muchísimos cultivos. Y existen métodos con inoculantes biológicos. Hay un movimiento biológico grande donde conseguís de todo. Tenés muchas empresas que venden biofertilizantes, aminoácidos libres, millones de cosas que ayudan a reconstituir la fertilidad del suelo. ¿Venimos con una siembra directa que no está dando resultados? Muy pocos productores están teniendo los mismos resultados que vienen teniendo hace 20 años. O sea, va bajando la producción, está bajando la materia orgánica. Entonces hay que darle una vuelta de rosca a los sistemas y cambiar.
-¿Y cómo se cambia?
-No cambiar desde la bronca, cambiemos desde el número. Desde lo que vale producir cuando se pueda producir por hectárea un trigo.
-¿Vos decís que es posible competir en materia de rendimientos con un modelo convencional de agricultura?
-Sí, pero también digo que en el primer año quizás no se logre. Pero si uno reconstituye fertilidad y hace bien los procesos… Porque tampoco se puede defender una agroecología que se exceda en labores, O sea, yo utilizo bastante como labor el disco al principio porque tengo que resetear los sistemas. Pero no hay que hacer una labranza constante del suelo sino tratar de ir hacia la labranza mínima y tratar de ir a hacer una siembra directa utilizando cultivos de cobertura en el medio y demás. Ir haciendo una agricultura dinámica para poder bajar costos, reconstituir fertilidad y aumentar la biodiversidad. En eso estamos.
-¿Y la ganadería que rol cumple en esas rotaciones?
-Normalmente el movimiento agroecológico lo que plantea es que la vaca tiene que ser parte del sistema para poder de alguna manera reciclar todos los nutrientes de los rastrojos. La vaca devuelve mucho con la bosta y con la orina, es necesaria dentro de los sistemas. En la Cuenca del Salado, donde yo trabajo, en ese modelo hay que hacer una parte de agricultura para granos y otra parte para la ganadería. Pero se puede hacer agricultura sin vacas de manera agroecológica. Obviamente se puede hacer.
-¿Cómo se hace?
-Hay que estar encima mucho, hay que estar con los contratistas, con la gente, conseguir las semillas, que son distintas. Por ejemplo, en variedades que yo consigo de polinización abierta la bolsa me cuesta 45 dólares, pero si compro un híbrido cuesta 190 dólares. Ahí ya estoy bajando un gap de mucha plata. Y el rinde no es tanto lo que baja. Entonces yo estoy reduciendo costos con semillas, con no utilizar fertilizantes sintéticos sino biológicos. Se bajan bastante los costos. Mi mensaje nuevamente es tratar de de que de que se entienda que hay una agroecología que está buscando respuestas técnicas y económicas.
-¿Cómo se empieza a hacer agroecología?
-Muchos técnicos agroecológicos llegan a los campos y al productor le dicen ‘hagamos una parte nada más’. De 10.000 hectáreas hacen 100 hectáreas y ese sector es agroecológico y todo lo demás es convencional. Eso no es agroecología. Yo no sé que nombre ponerle.
-Eso es sentir culpa nomás.
-Si nos vamos a embarcar en la agroecología, tomemos las riendas, hagamos un cambio de enfoque, un cambio de paradigma y encaremos esto de manera seria porque hay mucha investigación por detrás. No estemos diciendo ‘el primer año tiré un poquito por las dudas, por si se me escapa una maleza’. Si le encontramos la vuelta el primer año porque le tenemos miedo a una plaga o una maleza, el segundo año nos va a pasar lo misma, no vamos a salir de ese miedo. Hay que salir de la zona de confort y hay que encarar las adversidades.
Bichos Falaces. Fantasean una “grieta”, luego se victimizan. Si este tipo es docente de Agroecologia, yo voy a empezar a dictar clases de agronegocio.
Todo en potencial hablan estos muchachos , el maíz que siembra es de pueblos originarios o bolsa blanca de dekalb , syngenta o Bayer ?
El entrevistador MUY sesgado, toda la nota confrontando con una supuesta idea de “el agroecomogista promedio” que no está ahí y se inventó el, toda la nota discutiendo contra sus prejuicios, un salame.
Que mal titulado, esta este articulo es increíble. Ser asesino es un delito penado por la ley y ser hippi, no lo es. Poner el lote de asesino a quien piensa o actúa diferente es de 10 y suoer fascista.
Adema sin ningún tipo de prueba factica solo pa primer oración da idea de que el productor y el étnico agronomo son asesinos. Las empresas deberían dejar de pautar ante semejantes títulos.