Luego de la requisitoria del juez que interviene en el concurso de acreedores de SanCor Cooperativas Unidas Limitada y la presentación del Plan de Crisis, este martes se desarrolló en los Tribunales de la ciudad de Rafaela una audiencia para ampliar los detalles de esa planificación.
Con la presencia del plano gerencial de la láctea, su apoderado, pero también representantes de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, quedó en claro el cambio de estrategia de negocios de la cooperativa, donde ya sin materia prima propia, se transforma en una procesadora de leche cruda para terceros, generando esto ciertos beneficios para encaminar la recuperación de su estructura económica.
Frente al juez Guillermo Vales, se hizo un detalle de la venta de inmuebles obsoletos, la capacidad instalada en uso actualmente en todas las plantas de la Cooperativa, incluida la de San Guillermo que había sido cerrada con los bloqueos sindicales de fines de 2023, pero también se habló de la necesidad de seguir recortando puestos de trabajo, para que tengan una relación más lógica con la capacidad de proceso vigente, debiendo bajar de una planta actual de 936 trabajadores, a 632, contrayendo 32,5% ese número, que son 304 personas en total.
Para volver a respirar, Sancor necesita seguir achicándose y presentó un Plan de Crisis
El detalle no es cómodo, porque incluso contempla traslado de personal a plantas como Balnearia y La Carlota, sin embargo obedece a una lógica de ajuste que viene transitando SanCor desde 2017, cuando se implementar el Plan Sancor, a partir del cual se vendieron plantas, marcas e incluso se gestionaron retiros voluntarios.
Según Atilra fueron 550 los trabajadores que marcharon por algunas de las calles de Rafaela y terminaron apostándose por unas dos horas en la intersección de Alvear y Sarmiento, mientras se desarrollaba en Tribunales el encuentro de las partes. Al concluir la cita, fue Alejandro Cabrera, como delegado; y Alberto Coronel, como abogado del sindicato, los que hablaron con los medios presentes.
“Vinimos a escuchar o mejor dicho, a que nos digan personalmente los directivos de SanCor la propuesta que habían presentado anteriormente, a través de un escrito, la cual rechazamos categóricamente, y además venimos también a traer el mensaje de todos los trabajadores, que en definitiva es el pedido de quiebra con continuidad de explotación. Eso significa que nosotros queremos que la empresa siga trabajando, pero que no siga en manos de una administración fraudulenta. Y hemos dejado muy en claro que nosotros no somos responsables del estado de situación en que está la empresa, así que, por lo tanto, solamente para aclarar y decirles a todos que rechazamos el Plan de Crisis presentado por la cooperativa por considerarlo inviable”, dijo el delegado de la planta Sunchales.
Si bien SanCor se viene achicando hace dos décadas, Cabrera deslizó erróneamente que “hace algunos meses” despidieron a “mil y pico”, lo cual no es cierto, pero no es un dato menor que la lista de más de 300 personas desvinculadas en enero, fue elaborada por el propio gremio y es por eso que en ese momento no se vio ni escuchó ninguna manifestación al respecto.
“Nosotros rechazamos el plan porque no tiene sustento. Si claramente han dejado en evidencia y han manifestado también en la sala de audiencia no contar con los recursos para sacar adelante a la Cooperativa, estar trabajando con leche a fasón, leche ajena. Mucho menos consideramos que tengan dinero para pagar indemnizaciones y tampoco queremos perder más puestos de trabajo. Así que la empresa tampoco dio un plazo, pero nosotros bajo ningún punto de vista vamos a convalidar o vamos a avalar ese Plan de Crisis”, aseguró el directivo.
Según Coronel, al existir el pedido de quiebra, si no hay fondos para pagar las deudas, “al momento de no cumplir corresponde que se decrete la quiebra. En este caso los trabajadores piden la continuidad de la explotación, es algo que la ley prevé, que no es excepcional, como algunos quieran decir por allí y que permite que el juez convoque a interesados en una explotación que primeramente deberá ser provisoria, mientras tramite el proceso de quiebra y lo que tiende a mantener las unidades productivas en estado de funcionamiento es que cuando llegue el momento de la liquidación la empresa no se liquide desguazándola, sino que se liquide por unidades productivas”.
Lo que explica el abogado de Atilra es el objetivo del secretario general, Héctor Ponce, poder hacerse de alguna parte de la Cooperativa. Sin embargo, lo que más vale en la actualidad es la marca y la calidad, por lo tanto, las partes no logran capturar el interés que podría llegar a hacerlo como una unidad.
Se lamentó Coronel: “Mientras no haya quiebra, la propietaria de los activos es la cooperativa. En algunos casos hay alguna propiedad fiduciaria en manos de acreedores. Pero para desapoderar a la cooperativa de los activos hay que decretar la quiebra”, hecho que al momento no sucedería.
De todas maneras, en la misma línea que Aitlra está el estudio jurídico Regali y Asociados, de la ciudad de Santa Fe, que representa a muchos acreedores, avanzando incluso en el pedido de intervención de la administración.
Al sindicato le molesta que SanCor haya recuperado su actividad con materia prima y producción para terceros, como si la única manera de trabajar fuera sólo con la remitencia de tambos “propios”. La misma situación se está dando en la empresa Verónica y con este formato de fasón se permite el pago de salarios.
En este punto, SanCor está adeudando el 70% del salario de mayo, todo junio, julio, agosto, septiembre y el medio aguinaldo. Es por eso que se busca intentar normalizar la actividad, generar ingresos y mejorar la modalidad de pagos. Claro que en un día como hoy, con la mitad de la dotación del personal en una manifestación, no es viable la regularización.
Según comentó Alberto Coronel, le sugirió luego de la audiencia al Gerente General de SanCor, “ustedes deberían pedir su propia quiebra. Porque se tienen que dar cuenta que no están en capacidad de afrontar las obligaciones mínimas necesarias para la explotación de la empresa”.
Queda claro que mientras SanCor siga acordando o consultando cada paso con Atilra las restricciones para la recuperación serán crecientes, demostrado esto por las posibilidades de inversión que se fueron esfumando en los últimos años, frente a la dimensión de los conflictos generados por la gremial, hechos que también se detallan en el Plan de Crisis, como para remarcar la importancia de tener cierta calma para poder seguir negociando contratos con terceros que puedan sostener la actividad en las plantas, pero sobre todo generando fondos para pagar salarios y deudas, en busca de un ordenamiento completo y paulatino.