Coincidiendo como siempre sucede en los últimos años con la celebración del inicio de la primavera, se realizó este sábado la octava Feria Provincial de Semillas Criollas y Nativas 2024. El escenario fue la Casona “Santa Rosa” del Parque Pereyra Iraola y participaron más de 40 organizaciones de pequeños productores y huerteros que toman esa jornada para promocionar el intercambio de semillas libres de regalías.
El ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, le dio cierto valor simbólico al asunto: “La semilla es la condición de posibilidad de producir y de generar trabajo, dos derechos fundamentales. Además tiene un rol muy importante en la construcción de soberanía y de la seguridad alimentaria. Por eso, desde el Estado provincial llevamos adelante diferentes acciones y políticas públicas para garantizar el acceso de pequeños y medianos productores y productoras de la provincia a un insumo tan fundamental como es la semilla”, destacó.
Uno de esos trabajos es la “conservación de especies nativas y criollas, su mejoramiento y adaptabilidad para diferentes regiones. Según Rodríguez, “trabajamos para que esa innovación esté al servicio de la producción y alcance de todas y cada una de las y los productores bonaerenses”. Exageró el ministro, quien debe saber exactamente que el segmento de productores que se reúne a intercambiar semillas (sobre todo de variedades hortícolas) en esa feria está lejos de ser el que luego recurre a la industria semillera para la adquisición de bolsas del insumo para realizar siembras comerciales o extensivas.
Por cierto, después la gacetilla oficial explicó que “la Feria Provincial de Semillas Criollas y Nativas busca visibilizar las experiencias de las productoras y productores familiares, campesinas e indígenas y del propio Estado Provincial en materia de conservación de la biodiversidad, promoviendo el intercambio de conocimientos, semillas, plantines, estacas, rizomas, raíces, frutos, artesanías, cultura y alimentos”.
A lo largo de la jornada se realizó un panel sobre los desafíos actuales y las perspectivas sobre el desarrollo de semillas y su rol en la soberanía y seguridad alimentaria; el rol de la mujer en la conservación de las semillas; el papel de la juventud y el arraigo rural. También se dictaron cinco talleres simultáneos vinculados a la producción, conservación y mejoramiento de las semillas nativas y criollas; la legislación vigente sobre semillas; la agroecología como modelo productivo frente al cambio climático; el cooperativismo y las estrategias de formalización de las organizaciones de la agricultura familiar; el rol de las semillas en las estrategias de valor agregado y comercialización.
Desde un plano más institucional, se destacó el trabajo que se lleva adelante en el sistemas de Chacras Experimentales del MDA donde se trabaja en el mejoramiento genético de las semillas, y el desarrollo de nuevas variedades. La cartera agraria bonaerense tiene inscritas ante el INASE 20 variedades de semillas de cuatro diferentes tipos de cultivos. En los últimos cuatro años se registraron cuatro variedades de trigo candeal, ocho de trigo pan, siete de avena y una de lotus. Asimismo, hay seis variedades de tomate y dos de trigo pan en trámite para ser registradas.
Más coherente con los objetivos del encuentro en el Parque provincial, desde el MDA se resaltó la importancia del programa de Huertas Urbanas, que tiene por objetivo fomentar la producción local de alimentos, incrementando la disponibilidad y accesibilidad de los mismos mediante su producción en huertas familiares y comunitarias, promoviendo la producción para autoconsumo, prácticas agroecológicas y generando oportunidades de empleo. En el marco del plan, hasta el mes de agosto de 2024 se entregaron más de 300 kit de semillas entre otros insumos.