La sequía inusitada que enfrenta la provincia de San Juan desde hace casi cinco años decantó en una situación extrema: desde el próximo 13 de abril hasta el 21 de agosto no se destinará agua de los diques para el sistema de riego provincial. La decisión a la que llegó el Concejo de Hidráulica fue confirmada a Bichos de Campo por el propio Ministerio de la Producción, y pone en alerta principalmente a los pequeños productores –que denuncian que la decisión se tomó de forma unilateral- que no cuentan con sistemas de reservorio propios.
“Estamos en una situación de crisis, eso hay que entenderlo, y fue uno de los objetivos de plantear la Mesa Hídrica. Al trabajar en una situación de crisis tenemos que buscar el esquema que menor perjuicio genere, pero sabemos que hay uno que se va a generar”, dijo a este medio Ariel Lucero, Ministro de la Producción de San Juan.
-¿Aceptan entonces que habrá un costo en esto?- le preguntamos.
-Sí, totalmente. En esto priorizamos primero el consumo humano, si bien representa un bajo porcentaje ya que el 90% se utiliza en el sector agropecuario. En segundo lugar priorizamos el mayor porcentaje de cultivo que tengamos en la provincia. Hoy solo el 10% pertenece al sector hortícola. De ese 10% parte se produce en verano y parte en invierno. Este corte va a permitir que el recurso esté disponible en mayor medida para los cultivos de mayor superficie en la provincia. Tenemos 50.000 hectáreas de vid que es prácticamente el 50% de la superficie cultivada y que genera mucho empleo.
Según el Censo Nacional Agropecuario de 2018, sólo el 3,8% de la superficie implantada en Argentina utiliza sistemas de riego. De ese número, el 60% sigue siendo de tipo gravitacional, de escasa tecnología y baja eficiencia. Esa agua proviene de los diques Caracoles, Punta Negra y Ullum, que se nutren del Río San Juan, que trae 15,3 metros cúbicos por segundo.
Desde el 2017, los diques bajaron su nivel en un 73%. Por aquel entonces tenían 1.300 hectómetros cúbicos acumulados, que se redujeron a 350 hectómetros cúbicos para mediados de 2021. Sin nieve acumulada en los cordones montañosos que alimente al Río San Juan, la alternativa son las perforaciones subterráneas que son muy costosas. Actualmente la red cuenta sólo con 55 perforaciones terminadas.
-¿Cómo proyectan que las actividades productivas resistirán estos 130 días de corte?
-Los 130 días están pensados en los meses de invierno, donde tenemos la menor proporción de necesidad de agua en los cultivos. Con esto evitamos llenar un sistema de canales donde tenemos ineficiencia de riego, y donde se pierde agua por evaporación, más allá de que tenemos impermeabilización. El agua va a quedar almacenada en los diques para que cuando tengamos la mayor demanda.
A continuación Lucero agregó: “La ineficiencia la asumimos y sabemos que debemos trabajar sobre ella, como lo han hecho otros países donde el sistema de conducción es intubado y cada propiedad cuenta con un caudalímetro para entregar el recurso cuantificado. Debemos ir a un sistema donde paguemos por demanda: cuantos litros de agua necesito para un kilo de tal producción. Eso es lo que debería entregársele a un productor para un esquema eficiente.
-Hay productores que consideran que sería mejor un esquema de cortes de treinta días, con alternancia de erogación de agua por diez días, un esquema que ya se ha aplicado antes. ¿Esa propuesta la evaluaron?
-Nosotros analizamos todas las propuestas de todos los sectores productivos. Para poder almacenar agua durante 10 días y tener 30 días de corte necesitaríamos reservorios de dimensiones muy grandes. A la hora de calcular un dimensionamiento de un reservorio, yo tengo que tener en cuenta mi demanda diaria, y saber que durante 30 días no voy a tener agua y durante 10 días tengo que llenar ese reservorio. A priori sería algo complejo. Además, si yo administro diez días y corto, tengo varios días hasta que se llena todo el sistema de conducción para recién poder llegar con esa demanda, que es mínima.
“Preferimos ir a esquemas donde acompañamos al productor en el costo energético de la perforación, donde de alguna manera podamos lograr un esquema que nos genere un equilibrio entre todos. Estamos en un momento de crisis y tenemos que tomar una decisión que logre un equilibrio”, indicó en ese sentido Lucero.
-¿Están preparados para las protestas que pudieran realizar los productores en contra de esta medida?
-En la provincia hay mucha paz social. Siempre apelamos al dialogo. Cada uno de estos productores seguramente está representando en alguna cámara. San Juan es una provincia, dentro de todo, chica. El gobernador viene de un departamento rural donde conoce a cada uno de los productores, y en cada momento atendió a cada uno de ellos. En la provincia existe el Acuerdo San Juan que nos lleva a definir políticas públicas a largo plazo, independientemente del gobierno de turno, y en esto participa cada uno de los ciudadanos. En la mesa del agua seguimos un esquema similar.
-Muchos especialistas alertaron de esta situación climática años atrás. ¿Consideran que llegaron tarde?
-Somos un gobierno muy crítico. Si vos me preguntas el análisis, yo como estado veo que se ha construido un dique cada diez años y que sin ellos hoy, con los 470 hectómetros cúbicos que aporta el dique, muchas hectáreas de la provincia se hubiesen abandonado. Además, la impermeabilización de canales ayudó a eficientizar el uso del recurso y hoy tenemos un 25% de la superficie presurizada. Son acciones que se realizaron en pos de prever estas situaciones.
-Pero esto no aplica a todos. ¿No siente que los pequeños productores están corriendo detrás de eso?
-Sí, muchos productores sí. Hoy tenemos un programa donde se le subsidia al productor dos hectáreas de riego por goteo, y hay líneas de crédito que llegan a 50 hectáreas donde entran el 85% de las explotaciones agropecuarias. Hay una gran demanda, muchos productores los están tomando y tratan de eficientizar el recurso hídrico para ellos. Hay muchas acciones hechas, seguro que otras no se hicieron y se podrían haber hecho. Siempre se puede hacer más. Si te digo que no sería necio de mi parte. Creo que de todas maneras no es tiempo de mirar para atrás. Yo soy muy optimista y me gusta mirar hacia adelante.