Recientemente, Argentina recibió 82 millones de dólares por parte del Fondo Verde para el Clima (GCF), como retribución por haber reducido la deforestación local en el norte chaqueño, en la Selva Tucumano-Boliviana, en el Espinal y en la Selva Misionera.
El desembolso se enmarca dentro del Proyecto de Pagos Basados en Resultados de REDD+, que forma parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés), el cual está siendo empleado ya por muchos países. ¿Pero de qué se trata y cómo se aplica?
“REDD+ significa la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por deforestación evitada, degradación evitada y restauración del bosque’. Es el mecanismo de mitigación al cambio climático más importante del Acuerdo de París, que le da valor al bosque en pie sobre la base del carbono. Sustentabilidad sin bosque no es sustentabilidad”, explicó a Bichos de Campo Liliana Ortega, abogada ambiental especializada en certificados de carbono.
“Los mecanismos públicos tienen que ver con las Naciones Unidas, el Acuerdo de París y el Fondo Verde del Clima. Los países implementan medidas que reducen la deforestación en un lugar. Luego miden la cantidad de gases de efecto invernadero que no emitieron a la atmósfera y tienen un certificado o derecho a un pago, que se llama de Pagos por Resultados”, indicó Ortega.
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¿Y de dónde provienen los fondos que otorgan las Naciones Unidades? De los aportes que realizan los países desarrollados, que suelen ser, precisamente, lo que más gases de efecto invernadero (GEI) emiten por lejos.
“Después está el mercado voluntario. Las aerolíneas, la industria de la moda, las petroleras (entre otros sectores que emiten grandes cantidades de GEI ) compran y venden certificados de carbono. Desarrollan sus proyectos, generan sus certificados y los venden. En el 2021 el mercado voluntario tuvo transacciones por 1000 millones de dólares y la mayoría tuvieron que ver con certificados de carbono REDD+. Este mecanismo está funcionando en el sector privado”, aseguró la abogada.
¿De qué forma se emiten esos certificados? Según señaló Ortega, se proyecta cuántas hectáreas de bosques se protegerán, cuántas se restaurarán y qué sistemas de control contra el fuego se aplicarán para conseguir almacenar carbono. Posteriormente se realiza un monitoreo y al cabo de uno o dos años se efectúa una medición para saber cuántas toneladas de carbono fueron efectivamente capturadas.
A partir de allí se elabora un informe y se contrata a una verificadora internacional independiente para validarlo. Una vez cotejada la información, se puede registrar ese logro en empresas certificadoras de carbono para emitir los certificados correspondientes.
“Creo que lo importante para el país es que el gobierno genere las condiciones para que el sector privado pueda llegar al Fondo Verde del Clima. El país tiene que flexibilizar y acelerar los procesos porque sino solo serán pagos por resultados. El país hace una política, tiene un resultado, obtiene un pago y lo distribuye. Pero el tema da para mucha más. Da para generar riquezas e inversiones. En definitiva, un productor que se pone a hacer un proyecto REDD+ se convierte en un productor de almacenamiento de carbono por hectárea”, consideró Ortega.
La consultora ambiental cree que, más allá de las iniciativas emprendidas por el Estado, el sector privado argentino y las empresas agropecuarias en particular tienen mucho por avanzar en la materia. “Lo que tenemos que entender es que está perfecto que el Estado haga políticas, pero que la cantidad de inversiones y de ingresos que pueden llegar al país, por la venta de certificados de carbono forestales, es infinitamente superior a lo que se puede obtener de esa manera, con el Pago por Resultados”, consideró.
-Respecto a manejos ganaderos alternativos que se están adoptando como el silvopastoril o a pastizal natural, ¿creés que ayuda a que temas como éste entren en agenda?
-Totalmente. El tema del almacenamiento de carbono en las pasturas es clave. Las pasturas tienen 50% más de carbono almacenado que los bosques del mundo. Es muchísimo. Se pueden generar volúmenes enormes de reducciones de emisiones haciendo esto. Incluso podés generar un ingreso adicional a la unidad productiva por el tema de los certificados de carbono por pasturas, por el tema de certificados de carbono REDD+ y por la actividad de la hacienda.