Prochem Bio es una empresa de capitales nacionales con una trayectoria de más de 25 años en la investigación, fabricación, manipulación y envasado de productos químicos, enfocada en el desarrollo de fungicidas, insecticidas y herbicidas para el sector agropecuario.
Fundada en 1998 por los hermanos Iván y Alfredo Marun, la compañía inició su actividad en el mercado de productos auxiliares para la industria textil y papelera. Con el tiempo, amplió su producción a domisanitarios y productos para el sector automotriz. En el año 2000, con la instalación de su planta en el Parque Industrial Comirsa en Ramallo, provincia de Buenos Aires, incursionó en la producción de biodiesel a partir de aceites vegetales reciclados, lo que marcó un hito en su evolución y la condujo a la formulación de coadyuvantes para el agro.
Según cuentan desde la firma, un punto de inflexión en su crecimiento se produjo entre 2007 y 2008, cuando los ingenieros Enrique Markman y Ernesto De la Canal se sumaron al paquete accionario, permitiendo la expansión de la empresa hacia el mercado de productos fitosanitarios. A partir de entonces, Prochem Bio se consolidó como uno de los principales formuladores de productos agroquímicos del país, brindando servicios de producción a terceros.
Actualmente la empresa cuenta con certificaciones internacionales de gestión, incluyendo ISO 9001 en calidad, ISO 14001 en gestión ambiental e ISO 45001 en seguridad ocupacional. Una de sus principales políticas industriales es la implementación de líneas de producción exclusivas por tipo de producto, con el fin de evitar contaminaciones cruzadas y optimizar la eficiencia operativa.
Actualmente, Prochem Bio emplea a más de 100 personas y mantiene alianzas estratégicas con compañías líderes como YPF, Corteva, Sumitomo Chemical y Cofco. Con Corteva mantiene un contrato de exclusividad para la producción bajo la cláusula “Take or Pay”, que garantiza un volumen mínimo de producción anual.
En 2021 la compañía dio un paso más en su estrategia de crecimiento al ingresar al mercado de venta directa con productos de etiqueta propia. Aunque todavía su participación de mercado en este segmento es menor al 1%, pero apuesta a seguir creciendo. Además, adquirió un nuevo terreno para la construcción de un centro logístico con capacidad para 7.000 posiciones de racks, lo que le permitirá mejorar la eficiencia en almacenamiento y distribución.
En lo que respecta a los números de la empresa, en 2022 registró ventas por 4.261 millones de pesos, en 2023 alcanzó 7.634 millones y en 2024 su facturación escaló a 31.419 millones de pesos. Su pasivo total al 31 de marzo de 2024 ascendía a 16.508 millones de pesos.
En este marco, en diciembre del año pasado, emitió obligaciones negociables por un monto nominal de hasta 2 millones de dólares bajo el régimen Pyme CNV Garantizado, con vencimiento a 24 meses, destinadas a financiar la compra de insumos clave como glifosato, paraquat, cletodim y 2,4-D.
Finalmente, según los registros actualizados del Banco Central de la República Argentina (BCRA) la firma tiene deudas y créditos tomados con entidades financieras radicadas en el país por un total de poco más de 4.141 millones de pesos. Su principal acreedor es el Banco Nación con poco más de 1.900 millones de pesos, seguido del Banco Provincia con 1.200 millones de pesos.